08/21/2024 08:36:00 p. m.
En el corazón del sector centro de Los Mochis, en la intersección de las calles José María Morelos y Emiliano Zapata, hace un año se encontraba una florería que parecía un negocio más en la ciudad.
Sin embargo, esa florería se convirtió en el epicentro de uno de los episodios más escalofriantes y misteriosos de la ciudad al salir a la luz que ahí tenían una figura diabólica apodada «Papas Fritas», a quien le rendían culto y que ha desatado una ola de especulaciones, miedo y misterio.
Todo comenzó el 9 de mayo de 2023, un día antes del Día de las Madres; esa tarde la tranquilidad de la florería fue brutalmente interrumpida cuando un grupo de sujetos armados irrumpió en el lugar en busca del propietario.
Lo que siguió fue un intenso enfrentamiento a balazos que quedó registrado en las cámaras de seguridad.
Esa balacera marcó el inicio de una serie de acontecimientos que sacudieron a la población mochitense, pues días después de la balacera, se supo que el dueño de la florería fue privado de su libertad, aunque la familia nunca confirmó ni desmintió esta información, negándose a colaborar con las autoridades.
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Lo que en un principio parecía ser un caso más de violencia en la región, pronto tomó un giro siniestro, sobre todo porque hasta ese día figuraba como una víctima de agresión, atacado por hombres armados, pero los videos expusieron sus posibles nexos con el crimen organizado, incluso con el cobro de piso a otros floristas de su parte.
El 15 de julio todo parecía una escena sacada de una película de terror. En plena mañana apareció una corona de flores en la puerta de la florería, que para entonces ya se encontraba cerrada.
Pocos minutos después, se encontró una caja de madera de regalo en el suelo, y dentro de ella, los genitales mutilados, según se dijo, del propietario. Este macabro hallazgo dejó a todos en shock y despertó un interés renovado por lo que ocurría dentro de la florería.
El 19 de julio, apenas unos días después, los dueños del local decidieron sacar del interior de la florería una serie de figuras, entre ellas varias representaciones de la Santa Muerte y la figura que más llamó la atención: el «Papas Fritas».
Esta figura, era una imponente representación del Diablo, de tamaño humano, con cuernos afilados y un rostro macabro; fue colocada en la banqueta junto a las demás figuras.
Lo que llamaba la atención que además de estar vestido como catrín, al «Papas Fritas» le salía su miembro de la ropa, el cual fue objeto de cientos de comentarios y hasta memes en redes sociales.
Según los relatos de exempleados de la florería, el «Papas Fritas» no era una simple estatua, sino un objeto de culto en un altar dedicado al Diablo, separado de otro altar dedicado a la Santa Muerte. Los rituales que se realizaban en honor al «Papas Fritas» eran escalofriantes.
Se dice que la figura debía ser purificada con humo de salvia y que, en un acto grotesco, se le estimulaba sexualmente el miembro para invocar la presencia demoníaca.
El «Papas Fritas» era conocido por los devotos de la santería y el esoterismo como «el más chingón», «el patrón», «el que las puede todas». Este apodo era una forma de referirse al Señor de los Infiernos, un símbolo de poder y maldad que provocaba tanto temor como respeto entre sus seguidores.
Además del «Papas Fritas», se encontraban en la florería decenas de figuras de la Santa Muerte, algunas de tamaño humano, que también eran objeto de veneración. Los exempleados relatan que estas figuras eran cuidadosamente arregladas por estilistas que el dueño contrataba para peinarlas y alaciarlas, como parte de los rituales de adoración.
Ese día las figuras fueron retiradas de la florería y colocadas en la banqueta. Fueron desapareciendo misteriosamente, igual que la del demonio. Se especula que fueron robadas o apropiadas por fieles de la santería, pero lo cierto es que el paradero del «Papas Fritas» sigue siendo un misterio.
Algunas teorías sugieren que podría estar oculto en un centro de rehabilitación para mujeres en la ciudad de Los Mochis, otros aseguran que está en una casa de la comunidad de Mochicahui o Constancia, mientras que otros creen que una mujer se lo llevó para realizar trabajos de brujería.
A más de un año de estos macabros eventos, la florería permanece cerrada y el local ya fue remodelado, pero el misterio y miedo que rodea al «Papas Fritas», así como los rituales que se llevaban a cabo en su honor persiste, sobre todo porque nadie a rentado dicho local donde se hacían cultos demoníacos.
La gente que presenció o que recuerda esto, sigue preguntándose qué más podría estar oculto detrás de estos oscuros cultos que dejaron marcada esa florería en Los Mochis, incluso se preguntan no solo dónde está el «Papas Fritas», sino qué pasó con el dueño del lugar.
Pues lo que comenzó como una simple florería en Los Mochis se convirtió en el escenario de una historia de horror, sobre todo después de saberse de los rituales diabólicos y la desaparición de las figuras.
Y es que aun cuando fue un suceso relevante ni siquiera hubo carpeta de investigación, con el argumento de que la familia no quiso cooperar, por lo que la verdad sobre lo que realmente sucedió en la florería y el destino final del «Papas Fritas» podría permanecer en la oscuridad y en lo oculto, pues quien lo tiene seguramente continúa realizando rituales satánicos desde algún sitio a donde más creyentes deben visitarlo como el la Florería Los Mochis.