La "caguamanta" ¿Cómo surge este tradicional platillo mazatleco?

08/22/2024 11:40:00 a. m.

Mazatlán, un puerto conocido por su rica tradición culinaria y su abundancia de mariscos frescos, ha visto cómo un platillo en particular ha capturado el corazón y el paladar de locales y turistas por igual, la "Caguamanta".

Este estofado marinero, típico de los estados de Sinaloa y Sonora, se ha convertido en una de las opciones favoritas entre los comensales que buscan algo más que los clásicos ceviches, aguachiles y camarones.

Un platillo con historia

Originalmente, la Caguamanta era un guiso preparado con caguama (una especie de tortuga marina) y mantarraya; sin embargo, debido a la protección de la caguama por ser una especie en peligro de extinción, la receta ha evolucionado y ahora se elabora principalmente con mantarraya y aleta de atún

El nombre de este platillo conserva su legado histórico, combinando ambos ingredientes en una palabra que mezcla la tradición y el sabor de las costas mexicanas.

Aunque la "Caguamanta" es común en varios puntos del noroeste mexicano, en Mazatlán ha encontrado un lugar especial en la gastronomía local; y esque, los restaurantes y puestos callejeros que la ofrecen han florecido, atrayendo a quienes buscan disfrutar de un platillo caliente, ideal para cualquier época del año.

Uno de los lugares más recomendados para probar este platillo en Mazatlán es el establecimiento conocido como "Caguamanta estilo Obregón Sonora, El Chino", ubicado en la Avenida Bicentenario, número 6, en la colonia Pancho Villa. 

Este local se ha ganado una reputación por la frescura de sus ingredientes y la autenticidad de su preparación, siendo un destino obligado para los amantes del buen comer.


Preparación y sabor

La "Caguamanta" es un estofado que combina la hoja de mantarraya y la aleta de atún con una variedad de mariscos como camarones y pulpo

Estos ingredientes se cocinan en un caldo con diferentes especies, acompañado de verduras como zanahoria, chícharos, cebolla y tomate; el toque especial lo da el "piquín", un chile que añade un toque picante y profundo al platillo, elevando su sabor a otro nivel.

El estofado se sirve caliente, ya sea en tacos o en una orden generosa de caldo, se adorna con cilantro, cebolla y repollo, permitiendo a los comensales personalizar su plato al gusto; sin duda, cada bocado de este platillo, es una explosión de sabor marino que captura la esencia de las costas de Sinaloa.

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