08/27/2024 03:43:00 p. m.
José Anatolio Orduño Herrera fue asesinado de 127 puñaladas, más de las que inicialmente se había dicho, pero 8 de ellas le quitaron la vida, en manos de Brando Leonel «V»; un sujeto de 25 años, vecino de Álamos Country, y quien se decía ser amigo de la víctima y con quien estuvo conviviendo, fueron a un bar y posteriormente sostuvieron relaciones, pero de pronto lo atacó y le arrebató la vida.
En punto de las 12:00 horas de este martes, 27 de agosto, se llevó a cabo la audiencia inicial en la sala C, de la sede de Justicia Penal Acusatorio y Oral zona norte sobre la causa penal 470/2024 en contra de Brando Leonel «V», por el delito de homicidio calificado con ventaja y ensañamiento, cometido en perjuicio de una víctima de 41 años, quién era discapacitado visual.
Entre los datos de prueba que se aportaron por parte del Ministerio Público sobre la muerte violenta fue que la víctima falleció a consecuencia de «shock cardiogénico consecutivo sección carótida izquierda y derecha y perforación de corazón, secundario a un mecanismo punzocortante», luego de recibir 127 heridas en la cara, cuello, tórax y abdomen; 8 de las cuales fueron antes mortem y 119 una vez que ya le había arrebatado la vida. Además, le amputó parcialmente sus partes íntimas.
Además, en la carpeta de investigación obran datos y entrevistas, en donde se narra que la noche del viernes, 16 de agosto, José Antonio salió de su casa abordo de un vehículo de alquiler tipo Taxi Ejecutivo, posteriormente, llego a la casa de Brando Leonel, ubicado sobre la calle Álamo número 2090, del fraccionamiento Álamos Country.
Allí permanecieron afuera de un árbol ingiriendo bebidas embriagantes, incluso, el hoy presunto responsable «le echó el brazo a José», mientras platicaban tomaban caguamas. Luego de esto, alrededor de las 10 de la noche, el mismo viernes pidieron de nuevo un taxi y se fueron al bar «El Toro loco» en donde estuvieron alrededor de hora y media.
En la carpeta de investigación obran datos de prueba que indican que luego de esto de nueva cuenta solicitaron el mismo vehículo de alquiler que lo llevara de regreso, en el camino hicieron una pausa para comprar más cerveza y, posteriormente, se fueron de nuevo a la casa de Brando Leonel, a donde llegaron a las 00:18 horas del sábado, 17 de agosto.
Uno de los vecinos, alrededor de las dos de la mañana, escuchó gritos de dolor, los cuales se prolongaron por más de media hora y provenían de la parte trasera, dónde se encuentra el cuarto de lavado.
Al no saber de él, su familia acudió a la base del sitio de taxis para qué lo llevará a donde brindó el servicio y este los condujo a la casa del presunto responsable, una vez allí la familia ingresó a buscar a la víctima, pero no le encontraron debido a que, además, la casa se encontraba en abandono y oscura.
El sujeto les dijo que al regresar del «El Toro Loco», el Taxi lo dejó ahí y que José Anatolio se había regresado a su casa. Sin embargo, al retirarse este le marcó a su papá y le dijo que tenía que confesarle algo que había hecho, según declaró el padre del presunto responsable.
Detalló ante el Ministerio Público que su hijo le dijo que al regresar del bar, continuaron tomando y que, de pronto, la víctima se había propasado sexualmente con él, y que él al verse con el pantalón abajo se sintió ofendido y que lo golpeó con un bat con alambres, y que después arrojó el cuerpo en un baldío. Y que por eso reaccionó de esa manera.
En la declaración que obra en la carpeta de investigación por parte del padre indica que no le creyó debido a que es una persona adicta a las drogas, y que posteriormente cuando su hijo le dijo que se tenía que ir de Los Mochis, él respondió que hiciera lo que quisiera, pero al enterarse de qué habían localizado un cuerpo en esa zona y que era la misma persona que habían reportado desaparecida, y que él sabía que era el amigo de su hijo, decidió declarar ante las autoridades.
Al parecer, luego de perpetrar el crimen, Brando Leonel huyó, pero posteriormente se comunicó con su padre y este le dijo que ya podía regresar a Los Mochis, hecho dónde al parecer fue finalmente detenido. Pues, al parecer, su padre temía que le pasara algo y declaró que: «prefería mil veces que su hijo estuviera en la cárcel, a que anduviera afuera peligrando a que le hicieran daño o el causar algún daño a alguien más».
El Ministerio Público indicó que al regresar el cateo localizaron 13 indicios, en los cuales encontraron manchas que al hacerse las pruebas Blue Star dieron positivo a sangre humana, la cual se encontró en botellas, una cubeta, un palo de madera, unos tenis y en una pared del lavadero en donde ocurrió el crimen.
Además, realizaron un dictamen químico-biológico, en el cual le practicaron un exudado uretral, oral y anal a la víctima, pero en ninguno de ellos se encontró espermatozoides; sin embargo, sí se encontró encima P30 en la prueba anal de la víctima, lo que indica que hubo relaciones previas a que le quitara la vida, contrario a lo que el sujeto le había dicho a su padre.
Tras demostrar con diferentes pruebas periciales, químicas y científicas la probable responsabilidad de Brando Leonel, en el homicidio de José Anatolio, el Ministerio Público solicitó la vinculación a proceso, tras aportar los medios de prueba el indiciado se reservó su derecho a declarar y pidió que la vinculación se diera en otro momento, acogiendo ser el término de las 72 horas con el argumento de que no recordaba todo lo que se expuso como datos de prueba por parte de la Fiscalía, además su defensor pidió tiempo para hoy razonar la carpeta y plantear argumentos en la continuidad de la audiencia.
Será a las 11 de la mañana del día jueves, 29 de agosto, cuando se lleve a cabo la Continuidad de la audiencia inicial de la causa penal 470/2024, mientras tanto Brando Leonel quedará en prisión preventiva oficiosa en el centro de ejecuciones de las consecuencias jurídicas del delito de Goros II.