08/30/2024 05:55:00 p. m.
La tarde del viernes, 30 de agosto, se dio a conocer que Ovidio Guzmán Loera, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, ingresó al programa de protección de testigos de Estados Unidos, bajo la custodia de los US Marshals.
La información fue proporcionada al medio nacional El Universal, por una fuente de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), quien además señaló que debido a la clasificación del caso, Ovidio no será presentado públicamente.
La noticia generó gran revuelo y muchas preguntas, especialmente sobre lo que implica ser testigo protegido en Estados Unidos, un estatus que podría tener importantes repercusiones en la lucha contra el narcotráfico y en la seguridad del propio Guzmán.
El programa de protección de testigos en Estados Unidos es uno de los recursos más poderosos en la lucha contra el crimen organizado.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la capacidad de brindar protección efectiva a los testigos es crucial para garantizar el éxito en la investigación y el enjuiciamiento de grupos delictivos organizados.
Esta protección está contemplada en el artículo 24 de la Convención contra la Delincuencia Organizada.
El objetivo principal de este programa es proteger a los testigos de posibles represalias o intimidación por parte de las organizaciones criminales contra las que testifican.
Para garantizar su seguridad, el programa puede incluir una serie de medidas como:
El hecho de que Ovidio Guzmán haya sido ingresado al programa de protección de testigos indica que podría estar cooperando con las autoridades estadounidenses, posiblemente brindando información clave sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa y otros grupos criminales.
Esto no solo podría tener un impacto significativo en los esfuerzos de Estados Unidos para desmantelar redes de narcotráfico, sino que también podría exponer a Guzmán a graves riesgos de represalias.
Sin embargo, dado que su caso está clasificado, los detalles específicos sobre su cooperación y las medidas de protección que se le están brindando permanecerán en secreto.
El programa de protección de testigos de Estados Unidos es reconocido como uno de los más exitosos del mundo.
Desde su creación en 1971, ha protegido a más de 18,000 testigos y sus familiares, logrando que casi todos ellos eviten ser víctimas de represalias.
La efectividad de este programa radica en su estricta confidencialidad y en las robustas medidas de seguridad que se implementan para cada testigo.