09/02/2024 05:32:00 p. m.
México se convertirá en el principal importador de maíz a nivel mundial, superando a China, Japón, España y Canadá, por la baja producción que se tuvo el año pasado donde cayó la siembra de granos y oleaginosas en un 45 %.
Juan Carlos Anaya Castellanos, fundador y Director General del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) señaló que la dependencia del maíz importado será histórica para México, un país que solía producir entre el 92 % y el 94 % de sus necesidades alimentarias, pero este porcentaje ha disminuido.
"En sectores como frutas, hortalizas y agroindustriales, somos autosuficientes e incluso líderes mundiales, pero en el caso de los granos oleaginosos estamos en crisis. Hemos abandonado la producción comercial y eso ha derivado en una producción que es menor a nuestras necesidades", advirtió.
El especialista detalló que la producción nacional de granos oleaginosos, que incluye al maíz, se ha desplomado hasta el 45 % de lo que se requiere para satisfacer la demanda interna. Esta situación, dijo, se debe a diversos factores, como la sequía, la falta de políticas de productividad y rentabilidad, y la eliminación de programas que brindaban certeza a los productores.
Para el 2024 se espera que México importe 23.9 millones de toneladas de maíz, superando así a China y posicionándose como el principal importador global de este grano. Asimismo, se pronostica una importación récord de 43 millones de toneladas de granos oleaginosos en general.
"La eliminación de políticas que ofrecían certidumbre a los productores, como la agricultura por contrato y la administración de riesgos, ha sido una decisión equivocada. Es urgente que el nuevo gobierno reviva estos programas para evitar que los productores abandonen el campo", señaló.
Finalmente, subrayó que la dependencia cada vez mayor de México en las importaciones de granos básicos pone en riesgo la seguridad alimentaria del país. Aunque reconoció que ningún país es autosuficiente en todo, insistió en que México debería aspirar a producir al menos el 70 % de sus necesidades de granos oleaginosos para garantizar su seguridad alimentaria.