09/03/2024 12:30:00 p. m.
La agricultura en México atraviesa por una de las peores crisis en su historia, sin un acceso adecuado a financiamiento y sin políticas públicas que nivelen el campo de juego frente a las importaciones subsidiadas.
Dicho esto, los agricultores nacionales podrían verse condenados a sembrar para perder, poniendo en riesgo no solo su patrimonio, sino también la seguridad alimentaria del país.
Jorge Steve Recolons, Secretario del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), advirtió que los productores este año van a "sembrar para perder" pues solo el 10% de los agricultores tiene acceso a crédito, una cifra alarmante si se compara con el 80% al 100% de acceso que disfrutan los productores en Estados Unidos y Canadá.
"Si no hay rentabilidad, pues imagínate. Si ya lo ves en papel que hoy los precios no están, tú tienes la curva de precios del mercado, tú puedes ir hoy a Chicago y ves como están los precios hoy, van a ver cuánto le cuesta al agricultor mexicano, qué rendimientos aproximados van a tener, y sí con esto les va a alcanzar para pagar los créditos", indicó.
Esta disparidad en el acceso a financiamiento se ha convertido en un obstáculo insalvable para los productores mexicanos, quienes deben competir con granos importados que no solo provienen de tierras altamente productivas, sino que también están respaldados por significativos subsidios gubernamentales.
"La falta de financiamiento competitivo no solo reduce la capacidad de los agricultores para operar, sino que también amenaza la seguridad alimentaria del país", argumentó.
Según el secretario del CNA, es esencial que México continúe produciendo el 70% de los granos que consume, ya que esta autosuficiencia alimentaria es crucial para la estabilidad económica y social del país.
Sin embargo, la combinación de inflación, revaluación del peso y precios bajos de los granos está erosionando la competitividad de los productores nacionales.
Advirtió que tan poco acceso a créditos o financiamientos los productores se verán forzados a abandonar sus tierras y buscar otra actividad que si les permita tener ganancias.
Los bancos, al evaluar los rendimientos esperados y los costos de producción, están reduciendo drásticamente la disponibilidad de créditos para los agricultores mexicanos. Esto significa que, aunque algunos productores aún puedan sembrar, lo harán con la certeza de que no podrán cubrir sus costos, lo que los llevará a una inevitable quiebra.