09/04/2024 05:54:00 p. m.
Las carreteras federales en Sinaloa han sido blanco de críticas por el mal estado de la carpeta asfáltica, sobre todo porque los grandes baches que hay en ella han causado accidentes, daños en neumáticos y molestias porque según los afectados nadie se hace cargo.
Pero, ¿qué pasa si a consecuencia de los daños sufres una avería o desperfecto en tu vehículo?
En teoría, el pago de las casetas debería cubrir los daños, pero en la realidad es todo lo contrario. Pues según las mismas autoridades y los empleados de las empresas concesionarias de los peajes de las casetas, se paga bajo sus términos y condiciones.
Es decir, si te encuentras transitando sobre la carretera federal México 15 y caes a un bache y eso provoca que uno de los neumáticos se ponche, se reviente o se rompa uno de los rines, debes gestionar el pago por parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), quien a su vez los gestiona con las empresas que están a cargo del mantenimiento de los tramos federales para que paguen la compostura o afectación.
Según el personal de la caseta de peaje de San Miguel Zapotitlán, para que la SICT gestione el pago, debes contar con fotografías, tanto del tramo carretero como del bache y de neumático dañado.
Además, se debe guardar la referencia vía celular, ubicación geográfica desde las fotografías tomadas (que aparezcan las coordenadas, hora y fecha en las imágenes).
En teoría, dichas evidencias se entregan donde haya oficinas de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, y tras un proceso de análisis pagan a través de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) o de las casetas de Orler Servicios y Construcción; sin embargo, según los mismos empleados, nunca proceden por otros motivos.
En el caso del norte del estado, del tramo de Los Mochis a los límites con el estado de Sonora, si una persona pierde su llanta o requiere pago por arrastre de la grúa, deben comprobar del mismo modo ante la empresa Orler Servicios y Construcción, concesionarios de la caseta de peaje de San Miguel, que se poncharon cerca de la misma garita de cobro.
Este tema ha sido controversia recientemente, luego de que en el tramo de la rúa federal del Poblado 6 al ejido Chihuahuita, específicamente del kilómetro 35 al 41 de los carriles de sur a norte, donde los baches parecen cráteres.
Y de la sindicatura de El Carrizo al ejido Guillermo Chávez Talamantes, en donde también reportaron decenas de vehículos ponchados por los baches. El personal de la caseta confirmó que es muy complicado para que alguien pueda cobrar pagos por arrastre de grúas o reclamar los daños en neumáticos.
Recientemente, el mismo personal de cobro informó que para poder cobrar, deben contar con la información antes descrita de evidencias, pero si el hecho ocurrió en un bache que se encuentra más allá de 1 kilómetro a la redonda de la caseta, la empresa Orler, no se hace cargo aun cuando el pago de peaje incluye cobertura por accidentes o daños de este tipo.
Y es que la caseta de peaje de San Miguel está ubicada a la altura del kilómetro 19+700, pero los tramos más críticos, en donde decenas de vehículos se han averiado por el mal estado del asfalto, se encuentran aproximadamente a 15 kilómetros más adelante, distancia que se excede del límite de cobertura del pago de la cuota.
Por otra parte, en el caso de la zona centro norte, del tramo carretero que abarca de la carretera federal desde la caseta de peaje de Cuatro Caminos al puente de la entrada del municipio de Guasave, se supone que es Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y el mismo municipio quien debe pagar los daños, pero tampoco ocurre, pues al parecer este último recibe un porcentaje de los recursos que entran a la caja del cobro de la caseta.
Sin duda alguna, las casetas de peaje todos los años aumentan sus costos, en tanto la carretera federal México 15 se mantienen en pésimo estado, y solamente cubren algunos tramos con programas de baches, pero al momento los afectados solo acuden a quejarse y reclamar, porque en la práctica no les pagan, son ignorados y terminan haciéndose cargo ellos mismos de los daños en sus vehículos.
Incluso los mismos trabajos de bacheo han causado nuevos daños en carros, también en sus cristales, pues el material (gravilla) no es compactado, lo que a su vez provoca que los tráileres o camiones de carga al pasar lo levanten y astillen los cristales de vehículos, que con la vibración terminan rompiéndose.