09/24/2024 06:32:00 p. m.
Cada año, los gigantes tecnológicos nos tienen acostumbrados a ver la evolución de sus productos con números consecutivos que indican avances en sus modelos. Sin embargo, tanto Apple como Microsoft sorprendieron a sus usuarios al omitir dos versiones clave: nunca hubo un iPhone 9 ni un Windows 9. Esta decisión, lejos de ser una casualidad o una superstición, responde a motivos técnicos y estratégicos que marcaron un punto de inflexión en la industria.
En 2017, Apple celebró el décimo aniversario del iPhone con el lanzamiento del revolucionario iPhone X (pronunciado "diez"), omitiendo por completo el número 9. Aunque la compañía nunca ofreció una explicación oficial sobre la ausencia del iPhone 9, existen varias teorías que apuntan a razones simbólicas y estratégicas.
La más aceptada es que Apple eligió saltarse el número 9 para destacar la importancia de este lanzamiento en su historia. El iPhone X marcaba una década desde el lanzamiento del primer iPhone, y para conmemorar el hito, la compañía necesitaba un nombre que reflejara la magnitud de los avances que traía este modelo. Usar el número 9 habría sido incoherente, ya que no reflejaría la importancia del décimo aniversario. Además, hubiera dado la impresión de ser solo una mejora incremental del iPhone 8, cuando en realidad el iPhone X representaba una reinvención completa del dispositivo.
Entre las innovaciones más importantes del iPhone X se encontraban la eliminación del icónico botón de inicio, la introducción de Face ID, y una pantalla OLED que cubría casi todo el frente del dispositivo, cambios que alejaban a este modelo de sus predecesores.
Microsoft también sorprendió al mundo en 2015 cuando pasó de Windows 8 directamente a Windows 10, sin pasar por el número 9. Al igual que Apple, Microsoft nunca dio una respuesta oficial, pero las razones apuntan a una combinación de marketing y cuestiones técnicas.
El sistema operativo Windows 8 había recibido fuertes críticas por su enfoque en la interfaz de baldosas dinámicas, diseñadas para dispositivos táctiles, lo que resultaba poco práctico para los usuarios de computadoras de escritorio y portátiles. Con Windows 10, Microsoft buscaba distanciarse de este tropiezo, marcando un nuevo comienzo para la empresa y dejando claro que el cambio sería significativo.
Por otro lado, también hubo razones técnicas detrás de la omisión. Algunos programas antiguos fueron diseñados para reconocer versiones de Windows según los primeros dígitos de su nombre, como en el caso de Windows 95 y Windows 98. Un "Windows 9" podría haber causado conflictos con estos programas, que confundirían la nueva versión con las viejas.
Aunque algunas teorías también sugieren que Microsoft evitó el número 9 debido a supersticiones en países como Japón, donde se asocia con la mala suerte, esta explicación fue descartada rápidamente. Las razones detrás de este salto numérico tenían más que ver con evitar confusiones técnicas y ofrecer una nueva imagen para el sistema operativo.
Tanto Apple como Microsoft eligieron saltarse el número 9 en sus productos para marcar cambios trascendentales en su tecnología y la percepción de sus marcas. Mientras Apple celebraba una década de innovación con el iPhone X, Microsoft buscaba distanciarse de un sistema operativo criticado con el lanzamiento de Windows 10. En ambos casos, los saltos numéricos no fueron simplemente caprichos, sino decisiones calculadas que reflejan la importancia de cada nuevo capítulo en la evolución de la tecnología.