09/30/2024 05:37:00 p. m.
La evolución de los gatos domésticos ha sido motivo de análisis y debate entre científicos que intentan predecir cómo estos felinos podrían transformarse en los próximos siglos. Aunque su domesticación ha sido relativamente reciente y los cambios han sido mínimos, los estudios sugieren que el futuro podría deparar modificaciones significativas en su comportamiento y apariencia.
De acuerdo con un informe de National Geographic, las transformaciones que han sufrido los gatos debido a la convivencia con los humanos han sido escasas, en parte porque este vínculo tiene poco tiempo en términos evolutivos. "Los gatos domésticos varían relativamente poco de sus parientes salvajes; la mayoría de las razas tienen menos de 200 años y son bastante uniformes en tamaño y forma. Esto subraya lo reciente que es la domesticación de estos pequeños mamíferos", señala el artículo.
Uno de los cambios más notorios en los gatos a lo largo de los siglos ha sido su tamaño. Según estudios arqueológicos en Europa, los gatos del siglo XXI son un 16 % más grandes que los que vivieron durante la época de los vikingos. Estos felinos fueron utilizados en su momento como control de plagas y fuente de pieles, y el aumento de su tamaño podría ser una adaptación a sus roles cambiantes en la historia humana.
Aparte del crecimiento físico, el comportamiento de los gatos también podría experimentar cambios importantes. El biólogo John Bradshaw sugiere que los gatos ven a los humanos como "gatos gigantes" y no establecen una relación de subordinación con ellos, como ocurre en el caso de los perros. Este hecho podría indicar que, a medida que los gatos continúan viviendo cerca de los humanos, desarrollen una mayor sociabilidad.
Un estudio de la Universidad de Oregón apoya esta hipótesis, señalando que más del 60 % de los gatos muestran un apego significativo hacia los humanos, similar al de los perros con sus dueños. Esta cercanía podría favorecer que los gatos más amigables transmitan genes que promuevan una mayor interacción social, haciendo que las generaciones futuras de felinos sean más afectuosas y cercanas a los humanos.
Los gatos del futuro no solo podrían ser más grandes, sino también más sociables, cambiando radicalmente su relación con las personas. La ciencia sigue observando con atención la evolución de estos fascinantes compañeros, que llevan existiendo desde hace más de 37 millones de años.