Día de Muertos: Cinco pueblos mágicos con las ofrendas más bonitas de todo México

10/07/2024 02:11:00 p. m.

El Día de Muertos es una de las celebraciones más emblemáticas de México, donde la vida y la muerte se entrelazan en un homenaje lleno de colores, aromas y sabores. Las ofrendas se convierten en altares de amor y memoria, decorados con flores de cempasúchil, calaveras de azúcar, papel picado y platillos tradicionales. Aquí te presentamos cinco Pueblos Mágicos que destacan por sus espectaculares ofrendas y su profunda conexión con esta tradición ancestral.


1. Tzintzuntzan, Michoacán

En el corazón de Michoacán, Tzintzuntzan es un lugar donde la tradición del Día de Muertos cobra vida con una belleza inigualable. Los cementerios lacustres de este Pueblo Mágico son una vista inolvidable, con tumbas adornadas en pequeñas islas artificiales que parecen flotar entre flores de cempasúchil y velas, creando un ambiente místico. Las cruces de madera, la alfarería artesanal y los textiles coloridos embellecen las ofrendas, mientras la gastronomía purépecha, como el pescado blanco y las corundas, rinden tributo a los difuntos. Durante la noche del 1 de noviembre, el pueblo se ilumina con presentaciones de obras teatrales, juegos prehispánicos y ceremonias en sus dos principales cementerios.

2. Metepec, Estado de México

Metepec no se queda atrás en cuanto a ofrendas monumentales. Este Pueblo Mágico del Estado de México es conocido por su imponente altar que desciende desde el templo del Calvario hasta la Plaza Juárez, decorado con tapetes de aserrín y cientos de flores de temporada. La participación de más de 100 familias de artesanos convierte este montaje en una verdadera obra de arte, donde el barro y las técnicas artesanales de Metepec se integran en cada detalle. Cada año, la ofrenda monumental rinde homenaje a eventos o personajes especiales, manteniendo viva la memoria colectiva de la comunidad.

3. Atlixco, Puebla

Famoso por ser el principal productor de flor de cempasúchil en México, Atlixco se viste de naranja en el Día de Muertos. Los tapetes monumentales de flores que adornan las calles y plazas del pueblo son un verdadero espectáculo visual, con diseños y figuras que reflejan el espíritu de la celebración. Además, las gigantes calaveras decoradas y las artesanías locales, como las catrinas de barro y el papel picado, forman parte esencial de las ofrendas, creando una atmósfera vibrante y llena de vida en cada rincón del Pueblo Mágico.

4. Pátzcuaro, Michoacán

En Pátzcuaro, las tradiciones purépechas se funden con influencias españolas para ofrecer una de las celebraciones más simbólicas del Día de Muertos. En la Isla de Janitzio, las tumbas se llenan de flores, velas y ofrendas gastronómicas que iluminan el lago con un resplandor casi mágico. Las artesanías de madera, hierro forjado y alfarería adornan las ofrendas, y las máscaras de animales talladas a mano se convierten en verdaderos tributos artísticos. Toda la comunidad de Pátzcuaro participa activamente en esta celebración, lo que convierte a este pueblo en un lugar imprescindible para vivir la tradición.

5. Tepotzotlán, Estado de México

Tepotzotlán deslumbra con sus monumentales ofrendas en espacios públicos, como el atrio de la iglesia, donde la arquitectura y la decoración barroca se mezclan con elementos indígenas y españoles. Las catrinas de barro, el papel picado y las velas artesanales llenan de color y simbolismo las ofrendas. Durante el Día de Muertos, el pueblo se llena de vida con conciertos, exposiciones y recorridos nocturnos por el cementerio, creando una atmósfera festiva que complementa las tradicionales ofrendas y celebra la vida a través de la muerte.


Cada uno de estos Pueblos Mágicos no solo ofrece una ventana única a las raíces culturales de México, sino que también una celebración de amor, memoria y arte que trasciende generaciones.

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