10/07/2024 08:36:00 a. m.
Bajo el inclemente sol y con libros en mano, estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) en Los Mochis decidieron no quedarse de brazos cruzados frente al paro indefinido que mantiene cerradas las puertas de la institución a partir de este 7 de octubre. Esta vez, las aulas se trasladaron al aire libre, en una manifestación que busca alzar la voz ante lo que consideran una medida injusta.
"Estamos en contra de este paro. Sabemos por qué se dictó el paro, pero lo único que queremos nosotros como estudiantes es recibir nuestra educación", aseguró Hernán Meneses Damo, estudiante de Ciencias Políticas.
Hernán, al igual que muchos de sus compañeros, lamenta las deficiencias dentro de la universidad, pero considera que esta huelga solo agudiza los problemas, afectando principalmente a los estudiantes de escasos recursos que hacen grandes esfuerzos por asistir a clases.
Este acto de protesta es impulsado por alumnos como Estefany Jaima, originaria de Sonora, quien dejó claro que su educación no solo implica un esfuerzo personal, sino también de su familia. "Mi mamá trabaja jornadas enormes para poder pagar mi renta aquí. Ya pagamos el semestre, queremos estudiar, y que hagan este paro está obstaculizando que yo esté aprendiendo", lamentó.
Ibaldo Domínguez, otro de los estudiantes, considera que las marchas y manifestaciones ya eran suficientes.
"Nos están dejando de lado. Ni el gobierno ni la UAS han pensado en las afectaciones para los estudiantes. Hay una multitud que está en contra, porque ve afectados sus intereses académicos, que es lo principal que nos preocupa a nosotros", agregó.
La disputa entre el gobierno de Sinaloa y las autoridades de la UAS ha puesto a los estudiantes en una situación delicada, como comentó Andrés Burgos, quien destacó que los alumnos se han convertido en "capital político".
"Entiendo el motivo del paro, pero no he visto que intenten negociar. Nos están usando como presión, y no se dan cuenta del impacto que esto tiene en nuestras vidas", afirmó.
Miguel Ángel Baraja Ruiz, estudiante de Derecho, expresó su tristeza al ver la universidad cerrada. "Vivo lejos, tengo que levantarme muy temprano y tomar dos camiones para llegar. Este paro no me ayuda en nada", expresó.
A pesar de las amenazas y posibles represalias, un grupo de alumnos solicitó a su profesor de la Facultad de Derecho y Ciencia Política, Carlos Emilio Ibarra Montero, que les impartiera clases al aire libre.
"Ellos quieren continuar con su formación académica. Ahorita que nos estábamos instalando, vino Carlos Lorenzo Flores Ochoa, que forma parte del sindicato a decirme que si estaba enterado de que mi patrón había dado la orden de que no diera clases. Le digo que yo sé que hay un paro indefinido, pero que aquí lo que estamos haciendo es uso del espacio público y que yo, por lo tanto, puedo dar clases aquí, en el camellón", explicó el docente.
En una hora, Emilio Ibarra impartió una clase de cuatro materias, en lo que describió como un "acto simbólico" y de "performatividad política".
Sin embargo, la protesta no pasó desapercibida, mientras los estudiantes se acomodaban para su clase en la banqueta de la universidad, la maestra Alba Cecilia Verdugo intentó interrumpir, señalando que estaban violando la Ley Universitaria. A pesar de su intervención, los jóvenes siguieron con su actividad, argumentando que tienen el derecho de ocupar los espacios públicos y recibir educación, aunque sea fuera de las aulas.
La petición de los alumnos es que tanto la UAS como el gobierno lleguen a un acuerdo sin afectar a los estudiantes, quienes ya están pagando un alto precio por un conflicto que no les pertenece.
El futuro de esta protesta queda en manos de los estudiantes quienes decidirán si continuarán con las clases al aire libre durante el resto de la semana, esperando que el paro indefinido termine pronto y puedan regresar a las aulas, mientras tanto, su lucha por la educación continúa, fuera de la universidad.