10/09/2024 04:18:00 p. m.
El celular se ha convertido en una herramienta indispensable que constantemente nos bombardea con notificaciones, mensajes y alertas. Sin embargo, cada vez más personas optan por mantener su teléfono en silencio. ¿Qué hay detrás de esta decisión aparentemente simple? Según estudios recientes, silenciar el móvil podría reflejar aspectos profundos de nuestra personalidad y bienestar mental.
Un informe de universidades estadounidenses revela que el acto de poner el celular en silencio responde a una necesidad de "controlar las interacciones con el entorno". Esto está directamente relacionado con el deseo de proteger el espacio personal y evitar la sobrecarga sensorial que provocan las notificaciones constantes.
Mantener el celular en silencio también es visto como un mecanismo para establecer límites claros entre la vida digital y personal. En una sociedad donde se espera que estemos "siempre disponibles", quienes optan por desconectar las notificaciones son personas conscientes de la importancia de equilibrar su bienestar emocional. Esta acción les permite desconectarse de la presión social y profesional que muchas veces impone la tecnología.
El Journal of Neuroscience ha señalado que las interacciones no deseadas, como las notificaciones inesperadas, pueden generar una respuesta neuronal similar a la incomodidad que sentimos cuando alguien invade nuestro espacio personal. En este sentido, silenciar el celular es una manera de prevenir esta sensación de invasión y manejar mejor las demandas emocionales que provienen de familiares, amigos o el trabajo.
El uso del celular en silencio no es el único aspecto en el que nuestra relación con la tecnología refleja nuestras emociones. Las redes sociales también juegan un papel importante. Según la psicoterapeuta Lorena Garzón, la foto de perfil que elegimos en nuestras cuentas de redes sociales puede decir mucho sobre nuestra personalidad.
Por ejemplo, quienes usan caricaturas de sí mismos podrían estar ocultando partes de su carácter, mientras que las fotos de infancia sugieren una conexión nostálgica con el pasado. Las selfies, por otro lado, pueden estar relacionadas con la búsqueda de aprobación o la definición de una identidad, mientras que el uso de filtros revela el deseo de proyectar una imagen positiva, aunque no siempre refleje cómo nos sentimos realmente.
En este contexto, la decisión de mantener el celular en silencio se convierte en una herramienta clave para preservar nuestro espacio mental. Al apagar las notificaciones, las personas pueden evitar el estrés y la ansiedad provocados por la constante demanda de atención. Esta práctica consciente refleja la necesidad de equilibrar la conectividad tecnológica con la necesidad de cuidar nuestro bienestar emocional.