10/10/2024 12:11:00 p. m.
El levantamiento de la veda en las costas de Sinaloa está a la vuelta de la esquina, y con ello, cientos de pescadores se preparan para lo que esperan que sea una temporada llena de trabajo en altamar.
Esta apertura marca el inicio de una nueva etapa de actividad, en la que los barcos camaroneros surcarán el océano durante días en busca de capturas que sostienen a comunidades enteras.
La duración de una faena en altamar puede variar, dependiendo de diversos factores como el tamaño del barco, la zona de pesca y las condiciones climáticas.
En promedio, un barco dedicado a la pesca de camarón puede pasar entre 10 y 30 días en alta mar antes de regresar a puerto, sin embargo, la realidad de cada embarcación es diferente.
Uno de los factores clave es la capacidad de la embarcación, los barcos más grandes, que cuentan con bodegas refrigeradas de mayor tamaño, pueden almacenar una mayor cantidad de producto, lo que les permite prolongar su estancia en el mar antes de volver a puerto.
Además, la zona de pesca es otro aspecto crucial, algunas áreas son más productivas que otras, lo que permite capturas más rápidas y acorta la duración del viaje.
Las condiciones climáticas también son determinantes, el mal tiempo o los fenómenos meteorológicos adversos, como tormentas o frentes fríos, pueden forzar a las tripulaciones a reducir el tiempo de trabajo o incluso regresar anticipadamente para resguardar la seguridad de la tripulación y la embarcación.
Por último, el mantenimiento y la logística juegan un papel esencial, después de varios días en altamar, los barcos deben regresar para reabastecerse de combustible, provisiones y realizar las labores de mantenimiento necesarias para asegurar que las embarcaciones se mantengan en óptimas condiciones.
Este ciclo puede repetirse varias veces durante la temporada, la cual coincide con los meses en que la veda no está vigente, a medida que se acerca el levantamiento, los pescadores de Sinaloa alistan sus redes y preparan sus barcos, conscientes de que cada viaje al mar representa no solo arduo trabajo, sino también la posibilidad de un sustento para sus familias.