10/11/2024 12:22:00 p. m.
Numerosas e Increíbles leyendas rondan por los edificios más añejos de la capital sinaloense, mismas que han sido contadas de generación en generación, convirtiéndose en una parte fundamental de la cultura sinaloense.
Leyendas que habitan en iglesias, hospitales, escuelas y calles oscuras, son las que más curiosidad han provocado en los habitantes de la ciudad, incluso algunos de los culiacanenses prometen haber vivido experiencias paranormales en las que comprobaron la existencia de muchas de ellas.
Una de las leyendas más interesantes de la capital sinaloense es la "Lupita, La novia de Culiacán".
En los años 50´s, una jovencita llamada Guadalupe Leyva, quien era mejor conocida como "La novia de Culiacán", se enamoró perdidamente de su amigo Jesús, el cual le correspondía totalmente.
Lupita, también tenía amistad con Ernesto, quien también se encontraba enamorado de Lupita, sin embargo, ella solo lo veía como un amigo.
Ernesto con el corazón partido, miraba como Lupita se había enamorado de su mejor amigo.
Pasó el tiempo, y un día, Jesús le propuso matrimonio a Lupita; la joven encantada por casarse con el amor de su vida, aceptó la propuesta.
Emocionados por casarse, Lupita y Jesús iniciaron los preparativos y eligieron realizar la ceremonia religiosa en la emblemática Catedral de Culiacán.
Ernesto se enteró de la peor manera, cuando Jesús le pidió ser su padrino de bodas.
Ernesto furioso, acudió rápidamente a casa de Lupita para expresarle sus sentimientos por ella y pedirle que no se casara, sin embargo, ella le explicó que a él lo miraba como un hermano y a Jesús como el amor de su vida.
Llegó el día de la boda y Jesús fue el primero en llegar al altar para esperar a quien sería su esposa. Ernesto también se presentó en la iglesia, como el padrino de bodas, tal como se lo había pedido su amigo Jesús.
La ceremonia comenzó y Ernesto al ver a Lupita vestida de blanco, no resistió los celos y cometió un acto terrible.
Ernesto sacó una pistola y le puso fin a la vida de Jesús, disparándole en la cabeza, dejando destrozada a su enamorada Lupita.Mientras Lupita le lloraba a su amado, Ernesto se dio un tiro y falleció.
Pasaron los años y Lupita jamás se quitó el vestido en la espera de que el amor de su vida regresara a casarse con ella.Durante más de 30 años, Guadalupe rondó por las calles de Culiacán. Se dice que su alma sigue rondando las calles en la espera de su amado.
Por esta icónica leyenda, es que cada 22 de diciembre al pie de la Catedral de Culiacán artistas y mujeres de la sociedad en general se dan cita para hacer un recorrido por las calles de la ciudad vestidas de "La novia de Culiacán".