10/16/2024 06:35:00 p. m.
En los últimos días, la situación en la sierra de Concordia se ha vuelto crítica, con reportes de una serie de balaceras que han obligado a varias familias a abandonar sus viviendas por temor a la inseguridad.
Los poblados más afectados por la violencia son El Palmito, Santa Lucía, El Batel y Las Mesas del Carrizal, los cuales han quedado prácticamente desolados.
Las familias que habitaban en estas comunidades se han visto forzadas a huir, buscando refugio en localidades más seguras.
Muchos de los desplazados han encontrado resguardo temporal en la cabecera municipal de Concordia y en la sindicatura de Villa Unión, mientras que otros han optado por trasladarse al puerto de Mazatlán, donde han recibido el apoyo de familiares y amigos.
Aunque el gobierno ha instalado refugios para acoger a las personas afectadas por esta crisis, la mayoría de los desplazados ha preferido reubicarse con conocidos, evitando así depender de la ayuda gubernamental.
Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, ya que, hasta el momento, estas personas no han regresado a sus hogares debido al temor latente de nuevos enfrentamientos armados en la zona.
Las autoridades locales han reconocido la gravedad de la situación y continúan monitoreando la seguridad en la región; no obstante, el miedo entre los habitantes persiste, y el regreso a sus viviendas parece lejano mientras la violencia siga presente en la sierra de Concordia.
Otra de las zonas que se ha visto afectada es la sierra de El Rosario, al sur de Sinaloa, donde los habitantes de comunidades como La Rastra y El Potrero también han abandonado sus viviendas debido a la creciente inseguridad.
En esta región, se han presentado enfrentamientos entre civiles armados que ponen en riesgo la vida de los residentes, obligándolos a buscar refugio en lugares más seguros.
Este desplazamiento forzado es otro reflejo de la creciente crisis de seguridad que se vive en Sinaloa, dejando a comunidades enteras en la incertidumbre y despojadas de la tranquilidad que solían tener.
Las familias desplazadas esperan que las autoridades puedan garantizar su seguridad para, algún día, regresar a los pueblos que, por ahora, han dejado atrás.