10/22/2024 03:59:00 p. m.
En la rica cocina mexicana, los quelites ocupan un lugar especial, sobre todo en estados como Sinaloa, donde esta hierba ancestral es valorada no solo por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales. El término "quelite" proviene del náhuatl quilitl, que significa "hierba comestible", y ha sido un alimento esencial en la dieta mexicana desde tiempos prehispánicos. Hoy, este ingrediente resurge en la cocina contemporánea, convirtiéndose en un manjar que combina tradición y nutrición.
Aunque muchos podrían considerarlos como simples plantas silvestres, los quelites son una joya gastronómica. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) reporta que en México se consumen más de 350 especies diferentes de quelites, seleccionadas por las tradiciones locales de cada región. Entre las más comunes se encuentran la verdolaga, el pápalo, el quintonil, el huauzontle y los romeritos.
En Sinaloa, el uso de estos quelites sigue siendo parte de la dieta diaria, especialmente en comunidades rurales. Los quelites se preparan en guisos, sopas, ensaladas y hasta en tortillas, donde el maíz y los frijoles, pilares de la dieta mexicana, se ven complementados con los sabores únicos de estas hierbas.
Los quelites no solo deleitan el paladar, sino que también son un superalimento. Son una excelente fuente de proteínas, superando en cantidad a muchas verduras comunes, y contienen fibra, esencial para el buen funcionamiento del sistema digestivo. Además, aportan vitaminas A y C, minerales como el hierro y el calcio, y compuestos antioxidantes que protegen el cuerpo de enfermedades.
Según Conabio, por cada 100 gramos de quelites consumidos, se pueden obtener hasta 6 gramos de proteínas, una cantidad superior a la de muchas otras verduras. También destacan por su aporte de vitamina A, que varía entre 1,120 y 7,390 UI, y vitamina C, con valores de entre 4.4 y 196 mg, superando incluso a frutas como el melón o el mango.
En Sinaloa, los quelites se integran de manera versátil en la cocina. Uno de los platillos más tradicionales es el guiso de quelites con carne de cerdo o con frijoles, donde la hierba agrega un sabor fresco y ligeramente amargo. También se utilizan en sopas o como relleno de tacos, combinados con chile, jitomate y cebolla para crear un manjar sencillo pero delicioso.
La verdolaga, en particular, es una de las favoritas en la región, cocinada con costillas de cerdo en una salsa roja de chile guajillo, ofreciendo una combinación irresistible de texturas y sabores.
Los quelites son un recordatorio de la riqueza alimentaria de México y su conexión profunda con la tierra. Su resurgimiento en la alta cocina y en los hogares es una muestra de cómo lo antiguo sigue siendo relevante, tanto por su valor nutricional como por su sabor. Así, lo que alguna vez fue considerado alimento de campo hoy se posiciona como una estrella en la cocina sinaloense y mexicana.
No hay duda de que los quelites son un tesoro escondido en la gastronomía mexicana, y en Sinaloa, su preparación y consumo nos conectan con nuestras raíces, llevándonos de vuelta a los sabores que han nutrido a generaciones enteras.