Tren cañero; así entraba al Ingenio en los mejores años de la siembra de caña en Los Mochis

10/24/2024 05:07:00 p. m.

En los días dorados del Ingenio Azucarero que dio vida a la ciudad de Los Mochis y la siembra de caña en el valle del Fuerte, quedó grabada una escena cotidiana en la memoria de los habitantes: la locomotora que, a través de un humo espeso, el chirriar de rieles y el silbato entraba tranquilamente a la fábrica.

"El tren cruzaba desde el canal lateral 18, lo que hoy conocemos como el Bulevar Centenario hasta pasar la calle Gabriel Leyva, una zona entonces despoblada, permitiendo el paso sin obstáculos del ferrocarril cargado de caña, una imagen que marcó una era de prosperidad de Los Mochis


El trayecto

El ferrocarril llegó al norte de Sinaloa a finales del siglo XIX, y fue más que un simple medio de transporte, el tren era un símbolo del crecimiento y desarrollo. La visión de Albert K. Owen, fue construir una vía que conectara Kansas City, en Estados Unidos, con el puerto de Topolobampo, concesión que obtuvo en 1892, con la aprobación del Congreso de la Unión en México.

Aunque su ambicioso proyecto no se concretó del todo en sus manos, sí abrió las puertas a lo que sería una pieza fundamental en la industria agrícola de la región. 


Fue en 1903 cuando el ferrocarril llegó al Ingenio Azucarero de Los Mochis, desde un pequeño ramal en el kilómetro 22, el tren transportaba toneladas de caña que, posteriormente, se convertirían en azúcar, lo que se convirtió en el motor económico y desarrollo de la ciudad.

Durante décadas, los mochitenses, especialmente los más jóvenes, se congregaban a lo largo de las vías, no solo para observar el tren, sino con la esperanza de recoger algún trozo de caña que se cayera durante el trayecto. 

"Masticar caña era un placer que se volvió costumbre y hasta la fecha, a pesar de que ya tiene años de haber cerrado el ingenio, se sigue vendiendo caña de azúcar en los bulevares de Los Mochis con este fin.

El tren no solo era un espectáculo, sino que también formaba parte de un engranaje mucho más grande de Benjamín Francis Johnston, a quien se le considera fundador de la ciudad. Él compró la línea ferroviaria en 1928, asegurando que el transporte de caña fuera rápido y eficiente entre las distintas fincas y el Ingenio, conectando Topolobampo y la Villa de Ahome con Los Mochis


A pesar de los cambios a lo largo de las décadas, el tren mantuvo su importancia, incluso se construyeron nuevas líneas hasta 1958, cuando se finalizó el icónico ferrocarril Chihuahua-Pacífico, que conectó al puerto de Topolobampo con las impresionantes Barrancas del Cobre.

Este sistema ferroviario, del cual el tren cañero fue solo una parte, ayudó a forjar el carácter industrial, agrícola y turístico de Los Mochis, el cual se mantiene hasta el día de hoy, con cargamento de granos y material desde Topolobampo a Los Mochis, atravesando Chihuahua y conectando con Estados Unidos. 


Las vías del tren aún se pueden ver por el camellón del Bulevar Centenario, hoy convertido en un parque lineal; Sin embargo, la imagen del ferrocarril cargado de caña aún se conserva en un vídeo, como un recuerdo, de la historia de esos años gloriosos que sigue viva también en la memoria de aquellos que tuvieron la oportunidad de presenciar la entrada del tren al Ingenio Azucarero de Los Mochis.

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