10/25/2024 07:25:00 a. m.
En los últimos seis años, el costo de vida en México ha experimentado un aumento significativo, haciendo que los sueldos de la población sean cada vez menos suficientes para cubrir las necesidades básicas.
Este encarecimiento afecta especialmente a los productos de primera necesidad y al acceso a bienes y servicios en las principales ciudades del país, donde la inflación y el costo de vivienda han complicado la situación económica de miles de familias mexicanas.
En productos como la carne de res, los precios pasaron de 100 a casi 200 pesos por kilo, mientras que el huevo, un elemento habitual en las mesas mexicanas, duplicó su precio de 23.5 a 45.5 pesos por kilo.
Otros alimentos como la leche y el aguacate también mostraron alzas, lo que ha dejado a muchas familias con pocas opciones para adquirir productos de calidad sin afectar su presupuesto.
Este encarecimiento no se ha limitado a los alimentos. Héctor Magaña, académico del Tecnológico de Monterrey y experto en economía, señala que los costos de energía y transporte han registrado incrementos alarmantes.
El gas LP y la gasolina Magna subieron en un 40% y 33% respectivamente entre 2018 y 2023, lo que ha repercutido en el transporte urbano y en los precios de productos y servicios que dependen de esta logística.
Las principales ciudades de México, como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, han visto un incremento en los costos de vivienda del 35 al 40%, una situación que deja pocas alternativas asequibles a las familias.
En otras regiones del país, donde la demanda de vivienda es menor, los incrementos han rondado el 25 %, según datos del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN).
A esto se suma el aumento en el transporte público urbano e interurbano, que en algunas zonas alcanzó el 25% y 35% respectivamente, impulsado en parte por el alza en combustibles.
El Índice de Costo de Vida de Numbeo refleja cómo el encarecimiento en México ha posicionado al país en el puesto 60 de 121 países en 2024, una diferencia notable con respecto a 2018, cuando México ocupaba la posición 104 de 117.
Este salto sugiere una pérdida de la accesibilidad que caracterizaba a México, comparado con otros países.
Para Héctor Magaña, el costo de vida es la medida del dinero que se necesita para cubrir necesidades esenciales.
En México, desde 2018, el poder adquisitivo ha disminuido en relación al aumento de precios, haciendo que el salario mínimo de 207 pesos diarios (alrededor de 10.89 dólares) sea insuficiente para muchos trabajadores que dependen de él.
A pesar de que el gobierno ha promovido el incremento del salario mínimo, la inflación ha absorbido gran parte de ese beneficio, generando una presión económica significativa en la población.
El encarecimiento sostenido plantea dudas sobre el futuro del poder adquisitivo en el país. Mientras los salarios no se ajusten proporcionalmente al costo de los bienes y servicios esenciales, millones de mexicanos continuarán sintiendo el peso de la economía en sus bolsillos.
Este reto plantea la necesidad de acciones conjuntas entre las autoridades y el sector privado para frenar el aumento en los precios de productos básicos y mejorar los ingresos de los trabajadores.