10/28/2024 07:22:00 a. m.
San Judas Tadeo es una de las figuras más veneradas en el catolicismo, conocido especialmente como el santo al que se acude en momentos de desesperanza o en situaciones que parecen no tener solución.
Este apóstol, uno de los doce discípulos de Jesús, ha ganado fama como el patrono de las causas perdidas, pero su historia y la razón de este título están llenas de detalles interesantes y, en algunos casos, de confusiones históricas.
San Judas Tadeo, pariente cercano de Jesús, frecuentemente es confundido con Judas Iscariote, quien traicionó a Cristo. Esto llevó a que, en la historia temprana del cristianismo, su nombre fuera evitado, relegándolo al olvido durante siglos.
Sin embargo, su cercanía con Jesús y su rol en la difusión del Evangelio fueron cruciales; se sabe que predicó en lugares como Siria, Armenia y Persia.
Su epístola en el Nuevo Testamento, donde exhorta a los cristianos a mantener su fe, reforzó su conexión con aquellos que enfrentan dificultades.
Otro hecho significativo es la mística revelación de Santa Brígida de Suecia, quien aseguró que Jesús le recomendó rezar a San Judas para obtener favores en situaciones difíciles. Esta devoción se extendió de Europa a América en el siglo XX, especialmente durante la Gran Depresión, época en la cual muchos necesitaban ayuda en tiempos desesperados.
El sacerdote y estudioso Alberto Hernández señala que un discípulo llamado Addai, también conocido como Judas en lengua siriaca, ha sido confundido con San Judas Tadeo.
A Addai se le atribuían poderes milagrosos y un aire de misticismo que, con el tiempo, se mezcló con la figura del apóstol Tadeo, reforzando su imagen como el santo de las causas perdidas.
La fiesta de San Judas Tadeo se celebra el 28 de octubre en el calendario católico, fecha en la que miles de fieles acuden a iglesias y templos en su honor, especialmente en el centro de México, donde su devoción ha crecido tanto que cada día 28 del mes se realizan ceremonias en su nombre.
San Judas Tadeo representa la esperanza en situaciones difíciles, y su historia sigue atrayendo a quienes buscan consuelo y milagros en momentos críticos.
Aunque su nombre se haya confundido o incluso evitado en el pasado, hoy es uno de los santos más queridos y venerados, una figura de fe que simboliza el poder de la creencia en medio de la adversidad.