11/01/2024 06:56:00 p. m.
La Lengua de Señas Mexicana (LSM) es una lengua visual rica y compleja, utilizada por la comunidad sorda en México; tiene su propia estructura gramatical y vocabulario, y se expresa a través de las manos, el rostro y el cuerpo.
Con una historia que se remonta a mediados del siglo XIX, la LSM se originó con la fundación de la primera escuela para sordos en la Ciudad de México, la Escuela Nacional de Sordomudos, en 1869.
Aunque está relacionada con la Lengua de Señas Francesa y la Lengua de Señas Americana, la LSM es única y no es mutuamente inteligible con estas. Reconocida oficialmente como lengua nacional, la LSM es parte del patrimonio lingüístico de México y se estima que tiene entre 49 mil y 195 mil hablantes nativos.
Sin embargo, en México aún existen miles de personas que desconocen el uso de la LSM, incluso entre la comunidad sorda, lo que representa un gran problema al momento de darse a entender.
Debido a esta misma problemática, un estudiante de ingeniería del IPN diseñó un guante que permite traducir los movimientos de la mano a Lengua de Señas Mexicana.
El Signal Glove le valió el James Dyson Award México 2024 a su creador, Héctor Roberto Hernández Jiménez, estudiante de tercer semestre de la ingeniería en Robótica Industrial de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Azcapotzalco.
Se trata de un dispositivo que está elaborado con materiales resistentes y de bajo costo que permite traducir la Lengua de Señas Mexicana a través de los movimientos de la mano y poder mostrar el resultado en cualquier dispositivo.
Consta de dos componentes: un guante de tela con sensores en cada dedo junto con un microcontrolador Arduino y una pantalla led en la cual aparecen las letras una vez que han sido decodificadas.
A diferencia de otras propuestas, este dispositivo cuenta con cinco giroscopios colocados en la punta del guante, los cuales son capaces de detectar con gran precisión la posición y presión de cada uno.
Mientras que el segundo dispositivo consta de una caja pequeña con una pantalla led y una placa de control Arduino, la cual decodifica los datos a través de un algoritmo y los convierte en letras que se muestran en la pantalla, de acuerdo a su equivalente en Lengua de Señas Mexicana.
Héctor Hernández trabaja en añadirle mejoras, como la implementación de inteligencia artificial y el uso de materiales impresos en 3D para la carcasa, que permita una mayor robustez y versatilidad.