11/13/2024 12:38:00 p. m.
La temporada de frío junto con las fiestas navideñas y de fin de año hacen que todo México empiece a sacar las mejores dotes culinarias, incluido este postre delicioso que, aunque muchos no lo saben, es de origen extranjero.
El postre por excelencia para los días de bajas temperaturas es el churro, el cual es muy popular en México, pero también en todo el mundo, especialmente en los países de América Latina y algunos de Europa.
Los Churros son fáciles de identificar porque generalmente tienen forma de pequeños bastones, preparados con masa en aceite para que, después de dejarlos dorar, se endulzan con azúcar y canela.
Para sorpresa de muchos, los churros se originaron en España y, aunque hay muchas versiones del origen de este postre, se dice que fue creado cuando los pastores, al no tener un horno en donde preparar el pan, lo sustituyeron por una cazuela de aceite, dando el origen a este rico postre.
De hecho, el origen del nombre también es incierto, pero se tiene la creencia que proviene de una raza de ovejas españolas que se llama "Churra" característica por tener astas rizadas, similares a la forma que tomo el postre.
Otra de las leyendas sobre los churros, es que su origen proviene de la gastronomía china por un platillo llamado "youtiao" que es lo mismo que los churros, pero que fue llevado a Europa por los exploradores portugueses que viajaron de Asia a España.
Lo que sí está confirmado, es que fueron los españoles quienes trajeron los churros a México y a toda América Latina, quienes adaptaron a este postre como si fuera propio, y el cual se puede comer en muchos lugares de esta región.
Ingredientes:
Preparación
Calienta el agua con el azúcar, la sal y la mantequilla a fuego medio hasta que la mantequilla esté derretida y empiece a hervir.
A esta mezcla agrega la harina y mezcla con una cuchara de madera hasta que se despegue de la olla fácilmente. Retire y deja enfriar pero no completamente.
Coloca la masa en una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella para darles la forma más conocida. . Sobre una bandeja, haz tiras de masa de unos 10 o 12 centímetros de largo o del tamaño de tu elección.
Calienta el aceite en una sartén o freidora y fríe los churros por tandas para que no se enfríe el aceite. Retira cuando estén dorados.
Una vez retirados, limpia el exceso de aceite y revuelve con el azúcar y canela en un plato cuando aún estén calienten para que se adhiera bien.