11/19/2024 12:15:00 p. m.
La gastronomía de Sonora es menos conocida que la de otras regiones de México, pero contribuye significativamente a la riqueza culinaria nacional.
Un ejemplo claro es el "wakabaki", un caldo tradicional de Ciudad Obregón, que destaca por su sabor auténtico y por ser un plato fundamental en celebraciones locales, como bodas y fiestas patronales.
El wakabaki se prepara con costilla de res y una combinación de verduras frescas, entre las que se incluyen:
Este platillo emblemático, heredado de la tradición yaqui, es cocido a fuego lento en leña, lo que le da un sabor ahumado y profundo. Su popularidad no solo se debe a su sabor, sino también a su simbolismo cultural, ya que representa la unión y la festividad en los eventos especiales de la comunidad.
La cocina de Sonora es famosa por sus carnes de res, asadas en leña y utilizadas en una gran variedad de platillos, como la carne deshebrada, los burritos y las chimichangas.
Otro ingrediente fundamental en la cocina sonorense es el chiltepín, un chile pequeño y muy picante que crece de manera silvestre en las montañas y se usa para dar un toque distintivo a sus platillos.
Entre las preparaciones tradicionales también destacan las "tortillas sobaqueras" o "tortillas de agua", enormes tortillas de harina que acompañan las carnes asadas. Estas tortillas, que pueden medir hasta 60 centímetros de diámetro, son suaves y flexibles, ideales para disfrutar de la carne sonorense.
Los tamales de Sonora se distinguen por su masa de maíz de alta calidad y sus variados rellenos, desde carne de res en chile colorado hasta vegetales, camarones o aceitunas. Entre los postres, las "coyotas" son un clásico sonorense.
Estas empanadas de harina de trigo y manteca se rellenan tradicionalmente con piloncillo, aunque pueden encontrarse con fresa, guayaba, cajeta o chocolate.
El Bacanora es una bebida espirituosa icónica de Sonora, elaborada con agave Pacífica. Este destilado tiene más de 300 años de historia en la región y, junto con los vinos locales, representa la riqueza enológica de Sonora, que en los últimos años ha comenzado a ganar reconocimiento en el país.
En resumen, el wakabaki y otros platillos de la gastronomía sonorense son únicos por sus ingredientes frescos, sus métodos de cocción tradicionales y su arraigo cultural.