12/24/2024 07:13:00 a. m.
México se ha consolidado como el mayor consumidor de refrescos en el mundo, con un promedio de 164 litros por persona al año, muy por encima de los 118 litros consumidos en Estados Unidos, el segundo lugar en el ranking mundial.
Este consumo desmedido ha generado graves problemas de salud, como diabetes, hipertensión y obesidad, lo que pone en alerta a especialistas y organismos internacionales.
En este contexto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llevó a cabo un análisis de calidad en 46 productos de refrescos y bebidas saborizadas para identificar cuáles son los más dañinos para la salud.
Entre las marcas evaluadas, Barrilitos, Coca-Cola sabor original y Sangría Señorial obtuvieron las peores calificaciones, debido a su alto contenido de azúcar y otros ingredientes dañinos. Otros refrescos destacados en el informe son:
La Profeco destacó que los refrescos con mayor contenido de azúcar en el mercado mexicano son:
Los refrescos no solo contienen una gran cantidad de azúcares añadidos, sino también sustancias como:
El informe resalta que el 10% de la energía diaria de los mexicanos proviene de bebidas azucaradas, según estimaciones del relator de la ONU, Oliver de Schutter. Además, más del 70% de la población mexicana vive con sobrepeso u obesidad, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2 e hipertensión.
Un dato alarmante es que, según De Schutter, una persona con sobrepeso puede pasar alrededor de 18.5 años de su vida con enfermedades crónicas, lo que no solo impacta su calidad de vida, sino también los sistemas de salud pública.
La Profeco emitió recomendaciones importantes para el consumo de refrescos:
Un punto importante a considerar es que, aunque las etiquetas de los refrescos indican información nutricional por cada 200 mililitros, la presentación más común en México es de 355 mililitros o más, lo que incrementa considerablemente la ingesta de azúcar y calorías por botella.
El alto consumo de refrescos en México no es solo un hábito, sino un problema estructural ligado a la cultura alimenticia y la accesibilidad de estas bebidas.
Este estudio de la Profeco no solo alerta sobre los productos más dañinos, sino que también invita a los consumidores a tomar decisiones más conscientes para proteger su salud y la de sus familias.
Reducir el consumo de refrescos no solo beneficia al organismo, sino que también ayuda a combatir la epidemia de obesidad y enfermedades crónicas que enfrenta el país.