México | 01/14/2025 03:21:00 p. m. | Ingrid Mateos
Si uno de tus propósitos de año nuevo es ahorra y cuidar tu dinero, lo primero que debe de identificar son los gatos hormiga, fantasma y vampiro que merman tu salud financiera.
Pequeños y casi invisibles, estos tres tipos de gasto se realizan casi sin que te des cuenta, muchas veces porque el monto es pequeño o porque se cobran automáticamente, pero al final del mes terminaras resintiéndolo sin saber en qué gastaste tu dinero.
Si bien es bastante difícil tener un control completo de gastos, es importante saber identificarlos para que seas consciente de que tanto puedes ahorrar.
Los gastos hormiga son los más conocidos por todos, pues son aquellos que son pequeños y se hacen de forma continua.
Aunque parecen ser insignificantes, a la hora de acumularlos en realidad terminan siendo una cantidad considerable. Ejemplos de gastos hormiga son el café diario que te tomas fuera de casa o, la comida rápida, los cigarros, la botella de agua o dulces de la tiendita,
Para cuidar este tipo de gastos, puedes invertir en un buen termo y hacerte el café en casa o llenarlo con agua natural del garrafón.
Los gastos fantasma son aquellos que se cobran automáticamente cada mes, y que en muchos casos, los das por hecho.
El claro ejemplo son las suscripciones a las plataformas digitales en donde ver series y películas, pero también las comisiones del banco como anualidades y cargos extra.
Para cuidarte de no hacer gastos fantasma, trata de saber cuando son las fechas de pago, o incluso puedes cancelar las suscripciones de aquellas aplicaciones que no utilices seguido.
Como si de un monstruo de terror se tratara, los gastos vampiro son aquellos que te “chupan” el dinero sin que te des cuenta, generalmente relacionados con servicios del hogar.
Ejemplos de este tipo de gasto puede ser la luz que gastas cuando dejas un foco prendido, los aparatos que no usas y tienes conectados así como el goteo de agua de la llave o las fugas que puedas tener.
Para cuidar tu dinero de los gastos vampiro, puedes desconectar los aparatos que no utilices, usa focos ahorradores y apágalos cuando nadie los necesite.
Para evitarlos, desconecta los aparatos que no estés utilizando; cambia a focos LED y adopta el hábito de apagar luces al salir de una habitación; repara fugas de agua inmediatamente y considera instalar dispositivos ahorradores.