02/13/2025 09:11:00 a. m.
La riqueza gastronómica de Sonora en cada bocado La riqueza cultural y gastronómica de Sonora se plasma en cada bocado de sus postres tradicionales, una mezcla de sabores que reflejan la diversidad de tradiciones, ecosistemas y amor por la cocina.
Desde las icónicas coyotas hasta la refrescante nieve de pitaya, los dulces sonorenses conquistan corazones y paladares por igual.
Postres que cuentan historias la gastronomía de Sonora incluye postres elaborados con ingredientes locales como el piloncillo, el cacahuate, la harina de trigo, la leche de vaca y frutas autóctonas. Entre los dulces más representativos destacan:
Coyotas: Estas delicias, hechas con harina de trigo, manteca vegetal y rellenas de piloncillo, son un emblema de la región. Aunque las tradicionales llevan piloncillo, hay variantes modernas con jamoncillo, dátil o coco.
Empanadas dulces: Con un relleno de frutas como membrillo o calabaza, estas empanadas son ideales para acompañar un café y disfrutar de una tarde sonorense.
Pepitorias: Dulces de cacahuate cubiertos con jarabe de piloncillo, que representan un sabor único de la región.
Jamoncillos y nieves de pitaya: Postres que destacan por su frescura y dulce sabor, perfectos para los días cálidos.
Amor y tradición en cada receta Más allá de los ingredientes, el verdadero secreto de estos postres está en el amor con el que son elaborados. Cada receta es una muestra de la calidez, generosidad y creatividad de los sonorenses, quienes transforman ingredientes simples en auténticas joyas culinarias.
Coyotas y empanadas: orgullo local Las coyotas, conocidas como "las del pueblo", son una de las exportaciones más queridas de Sonora.
Desde su versión clásica hasta las innovadoras, estas galletas gigantes son un símbolo de identidad. Por su parte, las empanadas de calabaza, con su masa suave y su relleno dulce, son una tradición que nunca pasa de moda.
La gastronomía sonorense, con sus postres únicos, es un recordatorio de que el verdadero sabor radica en las tradiciones y en la pasión de quienes las mantienen vivas.