02/24/2025 01:07:00 p. m.
La Falla de San Andrés es una zona muy famosa en Norteamérica debido a que es la causante de sismos en la región, y aunque su extensión es invisible mayormente, una carretera de Baja California tiene la ventaja de mostrarla.
Explicado de forma fácil, la Falla de San Andrés es una gran grieta en la tierra que separa dos grandes piezas de la corteza terrestre: la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana.
Estas piezas de tierra no están fijas, sino que se mueven lentamente de lado, una contra la otra. Este movimiento provoca terremotos y cambios en el terreno, lo que hace que la falla esté en constante observación por parte de los geólogos.
La carretera para ver la Falla de San Andrés es "La Rumorosa", ubicada en la parte oriental de Baja California, entre los municipios de Tecate y Mexicali.
Esta carretera es famosa debido a que en su recorrido, podrás encontrar una cadena montañosa que la atraviesa, creando bonitos paisajes, pero también curvas en el recorrido que pueden convertirse en todo un peligro.
Este sistema de fallas geológicas recorre más de 1,300 kilómetros, atravesando California, Estados Unidos, y Baja California, México, y se puede observar desde ciertos puntos de la carretera, convirtiéndola en un destino imperdible para los viajeros curiosos.
Para poder llegar aparte de La Rumorosa para ver la zona en donde está el tramo de la falla de San Andrés visible, tendrás que irte desde Tecate en donde puede tomar la carretera federal 2 y llevarte directamente en un recorrido de aproximadamente 45 minutos.
Desde Mexicali, el viaje es similar, ya que la carretera conecta directamente con La Rumorosa, ofreciendo una vista panorámica impresionante.
Además de que la falla de San Andrés es visible, la Rumorosa también es famosa debido al fenómeno natural que le da su nombre.
En caso de que nunca la hayas recorrido, el viento que pasa entre las rocas en la zona produce un sonido característico, conocido como "rumor".
Este fenómeno se escucha principalmente al anochecer, cuando el viento golpea las rocas de manera más intensa. Esto, en conjunto con sus pendientes, curvas y el clima, la convierte en todo un reto para los conductores.