03/04/2025 09:45:00 a. m.
Sinaloa enfrenta una crisis hídrica sin precedentes con las 11 presas del estado al 10.8 % de su capacidad de conservación, el nivel más bajo en la historia (a esta misma fecha) con escasez de lluvia, y bajas reservas en los mantos freáticos.
La producción agrícola, el abastecimiento a la población y la recuperación del ecosistema está en riesgo para los 20 municipios y las cuencas de los 11 ríos.
Actualmente, las presas almacenan 1,708.6 millones de metros cúbicos (mm³), con una extracción general de 181.1 m³/s y aportaciones de apenas 11.8 m³/s.
La diferencia con la misma fecha del año pasado es de -1,243.5 mm³, y en comparación con el promedio histórico, el déficit asciende a -5,294.7 mm³.
En 2020, las presas estaban al 66.5% de su capacidad; en 2021, al 26.6%; en 2022, al 29%; en 2023, al 46.2%, y en 2024, al 24.4%. El descenso ha sido constante y alarmante.
Cuando inició el ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025, el 1 de octubre de 2024, las presas estaban al 31.8%, con 4,999.5 mm³. Desde entonces, la extracción ha reducido drásticamente sus volúmenes.
La situación afecta directamente al campo sinaloense, que depende del agua de las presas, ponen en riesgo la producción de granos y hortalizas, lo que podría traducirse en pérdidas millonarias.
Además, el abastecimiento de agua para las comunidades también está comprometido, si la sequía persiste, la distribución del recurso podría verse afectada en ciudades como Culiacán, a Guasave y Los Mochis y comunidades rurales de los 20 municipios, principalmente Choix, El Fuerte, Sinaloa, Badiraguato y Cisalá.
Si la tendencia continúa, el estado podría enfrentar restricciones más severas en el uso del agua, afectando no solo la agricultura, sino también el consumo humano y la industria.