03/17/2025 12:20:00 p. m.
La reciente prohibición de las bombas presurizadoras de agua en los hogares, anunciada por el alcalde Gerardo Vargas Landeros como medida ante la sequía que afecta al municipio, generó inconformidad entre los usuarios de JAPAMA, quienes consideran que antes de imponer sanciones, la autoridad debería garantizar un mejor servicio.
Efrén Hernández señaló que muchas familias dependen de estas bombas no por gusto, sino por necesidad, ya que la presión de agua en la ciudad es insuficiente.
"Si no cuentas con bomba, no sube el agua a la segunda planta. Mejoren la presión y no se ocuparán bombas", expresó.
Por su parte, Ramón Villalobos criticó la medida y cuestionó su legalidad. "Más bien que aumenten la presión del agua, porque aun cuando hay, la presión es baja. Antes de tomar ese tipo de decisiones, que se asesoren legalmente, eso es ilegal dentro de la propiedad", afirmó.
David González coincidió en que la prioridad debería ser mejorar el servicio y no sancionar a los usuarios.
"No pueden ni deben meterse a los domicilios. Además, ¿dónde dice que son ilegales? Si lo fueran, ¿por qué no prohibieron su venta desde el inicio? Para exigir a los usuarios, primero deben tener buen servicio", expresó.
Hasta el momento, la JAPAMA no ha detallado cómo se aplicará la prohibición ni cuáles serán los criterios para las multas, lo que mantiene a los usuarios en incertidumbre.