03/18/2025 03:11:00 p. m.
En Culiacán, las tradiciones religiosas y culturales se viven con gran fervor, especialmente durante la Cuaresma y la Semana Santa. Entre las expresiones más notables están la presencia de matachines, fariseos y judíos, figuras que tienen raíces profundas en la tradición católica y en las costumbres indígenas del norte de México.
Los matachines son danzantes que participan en fiestas religiosas, especialmente en las dedicadas a la Virgen de Guadalupe y otros santos. Su danza, que combina elementos indígenas y católicos, es una forma de oración y penitencia. Los grupos de matachines se organizan en cuadrillas y utilizan coloridos trajes adornados con cintas y penachos. La música de tambores y sonajas acompaña sus movimientos rítmicos y ceremoniales.
Por otro lado, los fariseos son personajes que forman parte de las representaciones de la Pasión de Cristo, una tradición muy arraigada en Cuaresma. Vestidos con máscaras y trajes coloridos, simbolizan a quienes persiguieron y condenaron a Jesús. Durante las procesiones, los fariseos realizan actos de penitencia, como caminar descalzos o cubrirse el rostro, en señal de arrepentimiento y reflexión espiritual.
Finalmente, los llamados judíos en estas tradiciones no tienen relación directa con la comunidad judía, sino que representan a los soldados romanos y a los personajes que participaron en la crucifixión de Cristo. Su papel en las representaciones de la Semana Santa es el de antagonistas, y su presencia refuerza el mensaje de sacrificio y redención propio de estas fechas.
Estas expresiones culturales no solo reflejan la herencia religiosa de Culiacán, sino también la mezcla de las tradiciones indígenas y españolas que han dado forma a la identidad del pueblo sinaloense. Las danzas y procesiones de matachines, fariseos y judíos son una muestra viva de la fe y la tradición que pervive en la región.