México | 10/27/2025 07:55:00 a. m. | Esthela García
Cada 27 de octubre, antes de que inicie el Día de Muertos en México, muchas familias encienden una vela y colocan una pequeña ofrenda para recibir a quienes alguna vez alegraron su hogar con ladridos, maullidos o cantos; sus mascotas fallecidas.
De acuerdo con una creciente tradición popular, esa fecha marca el regreso de las almas de los animales al mundo de los vivos, quienes llegan primero para abrir el camino a las almas humanas que visitarán a partir del 28 de octubre, hasta el 2 de noviembre.
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Aunque no forma parte de las costumbres ancestrales oficialmente reconocidas, el 27 de octubre ha ganado fuerza como el “Día de las Mascotas Difuntas”, una expresión de amor y gratitud hacia los compañeros animales que, según la cosmovisión mexicana, también acompañan el alma en su tránsito al más allá.
Las familias que participan en esta conmemoración suelen preparar altares pequeños con los juguetes, platos o collares de sus mascotas, junto a flores de cempasúchil, veladoras y fotografías. En algunos hogares incluso se colocan croquetas, agua o golosinas especiales, símbolos de cariño que evocan los momentos compartidos en vida.
En la cosmovisión prehispánica, los animales tenían un papel sagrado, al acompañar los humanos en su paso por el Mictlán, el inframundo mexica. Se creía que los perros, especialmente el xoloitzcuintle, guiaban el alma en su travesía, por lo que esta nueva tradición recupera ese vínculo ancestral entre humanos y animales.
Hoy, el 27 de octubre se ha convertido en una jornada simbólica que une la espiritualidad con el amor cotidiano. En redes sociales, miles de personas comparten fotos de sus mascotas bajo las etiquetas #DíaDeLasMascotasDifuntas y #27deOctubre, recordando que el amor no termina con la muerte, solo cambia de forma.