11/12/2025 12:03:00 a. m.
Este miércoles 12 de noviembre, la Iglesia Católica nos invita a recordar a varios santos y beatos que dedicaron su vida a la fe, la caridad y la unidad.
En el santoral católico de hoy, sobresalen dos grandes figuras: San Diego de Alcalá, un humilde franciscano recordado por su increíble servicio a los enfermos durante la peste, y San Josafat Kuncewicz, obispo y mártir que dio su vida por la unión entre los cristianos.
San Diego de Alcalá nació en España alrededor del año 1400. Aunque no fue sacerdote, entregó su vida a Dios como hermano laico franciscano y ue enviado como misionero a las Islas Canarias, donde ayudó a fortalecer la fe.
Su acto más recordado ocurrió durante la peste que azotó Roma en 1450, pues cuando muchos huyeron por temor al contagio, San Diego permaneció por amor al prójimo para cuidar a los enfermos y consolar a los moribundos.
Tras su muerte en 1463, fue venerado como un ejemplo de humildad y servicio y hoy es considerado patrono de los franciscanos legos, de los pobres y de los enfermeros.
San Josafat nació en 1580 en la actual Ucrania. Desde joven sintió un profundo amor por Dios y, al estudiar las diferencias entre las iglesias de Oriente y Occidente, comprendió que la fe podía unir más de lo que divide.
Se dedicó a la oración en el monasterio basiliano y promovió la paz y la reconciliación entre los cristianos.
Fue nombrado arzobispo de Polotsk, donde trabajó incansablemente por la unidad del pueblo cristiano.
Sin embargo, su compromiso con el diálogo provocó oposición, y en 1623 fue asesinado por un grupo de extremistas. Hoy es venerado como el patrono de la unión entre los cristianos.