12/23/2025 07:19:00 a. m.
Sinaloa suele ser sinónimo de sol intenso, playas y termómetros elevados. Sin embargo, basta con que el invierno sea generoso para que la narrativa cambie por completo. En lo alto de la sierra, el frío se abre paso y, con él, un fenómeno poco común que transforma el paisaje: la caída de nieve.
Cada temporada invernal, cuando los frentes fríos descienden con fuerza, algunos municipios del estado se convierten en escenarios blancos que parecen sacados de otra latitud.
Aquí te presentamos tres lugares de Sinaloa donde la nieve sí existe, así como una guía básica para llegar y disfrutar de este espectáculo natural.
Al norte del estado, el municipio de Choix se posiciona como uno de los puntos donde el invierno se deja sentir con mayor intensidad. En comunidades serranas como San Pantaleón, El Real Blanco y La Judía, las bajas temperaturas permiten que, en ciertos días del año, la nieve cubra cerros, techos y caminos.
Durante estas jornadas, el contraste es impactante: casas humildes rodeadas de un manto blanco, árboles congelados y un silencio que solo se rompe con el crujir del hielo bajo los pies.
Cómo llegar:
Desde la ciudad de Los Mochis se toma la carretera hacia El Fuerte y posteriormente se continúa rumbo a Choix. De ahí, es necesario internarse por caminos serranos, preferentemente en vehículos adecuados y con precaución, especialmente en temporada de frío extremo.
Badiraguato es conocido por su geografía montañosa, y es precisamente esa altura la que lo convierte en otro escenario ideal para las nevadas. Comunidades como Santa Gertrudis, así como diversas zonas elevadas de la sierra badiraguatense, han registrado caídas de nieve en los últimos años.
Pero si hay un nombre que resuena cada invierno, ese es Surutato. Esta región, famosa por sus bosques de pino y encino, se transforma cuando el frío llega: caminos cubiertos de blanco, cabañas entre la neblina y temperaturas que contrastan radicalmente con el resto del estado.
Aunque muchos asocian las nevadas solo con el norte del estado, San Ignacio, al sur de Sinaloa, también ha sido testigo de este fenómeno. En temporadas invernales intensas, este poblado ha llegado a cubrirse de blanco, regalando imágenes poco comunes para la región.
Las calles empedradas, la arquitectura tradicional y el entorno serrano hacen que la experiencia sea aún más especial, sobre todo para quienes jamás imaginaron ver nieve tan cerca del trópico.
Cómo llegar:
Desde Mazatlán se toma la carretera hacia Durango, desviándose hacia San Ignacio. Al ascender por la sierra, el clima cambia drásticamente, por lo que es importante ir bien preparado.
Las nevadas en Sinaloa no son constantes ni predecibles. A veces duran solo unas horas; otras, un par de días. Sin embargo, su rareza es precisamente lo que las vuelve tan especiales. Para muchos sinaloenses, presenciar nieve sin salir del estado es una experiencia casi mágica.
Estos paisajes rompen con la idea de que Sinaloa solo es calor y playa. La sierra demuestra que el estado también sabe vestirse de invierno y regalar postales únicas que, año con año, sorprenden y enamoran.