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Opinión

¿Primero los pobres? los alimentos aumentaron 45%

Alguien tiene que decirlo

Hay una frase que todos hemos escuchado hasta el cansancio en este sexenio... «por el bien de todos, primero los pobres», un slogan publicitario que fue uno de los pilares de la campaña de López Obrador y que ya siendo Presidente de la República intentó convertirlo en la base de la política social y del combate a la pobreza.

Pero, la gran pregunta es: ¿ha funcionado?

Para averiguarlo, vamos a analizar en qué gastan principalmente las familias de bajos ingresos y según la encuesta nacional de ingreso-gasto de los hogares, poco más del 50% de los ingresos de las familias pobres lo dedican a comprar alimentos, porcentaje que va disminuyendo en la medida que crecen los ingresos.

Eso significa que, al ser los pobres quienes mayor porcentaje de su dinero le dedican a los alimentos, cuando suben los precios, los más perjudicados son las clases desprotegidas, reduciendo la capacidad de compra de su dinero; es decir, que cada vez que van al mercado compran menos alimentos con el mismo sueldo.

Por lo tanto, la hipótesis es que, si durante el sexenio se dispararon los precios de los alimentos, los más perjudicados serían los pobres y por lo tanto, la política de «primeros los pobres» sería un fracaso...

En caso contrario, si los precios de los alimentos se controlaron durante el sexenio, entonces, la estrategia sería un éxito...

Ahora veamos los datos, desde el 2004, con la promulgación de la Ley General de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) es el único responsable de medir las variaciones de los precios de la canasta alimentaria, que incluye el seguimiento de más de 40 productos, como son las tortillas, pan blanco, sopa, arroz, cereal, carne de res, puerco y pollo, pescados, leche, queso, huevos, frutas y verduras; en fin, lo que consumen los hogares mexicanos.

Para el mes de septiembre del 2023, la canasta alimentaria tenía un costo de $6,885 mensuales para un hogar de 4 integrantes en el medio rural, lo que significa un aumento del 5.9% comparado con el año pasado.

En la ciudad, el costo de la canasta alimentaria es de $8,972 mensuales, un aumento del 6.1%.

Eso significa que todas las familias cuyos ingresos, en un hogar de 4 integrantes, estén por debajo de $6,885 mensuales en el campo o $8,972 en la ciudad, se encuentran en pobreza extrema por ingresos.

Por sexenio, con AMLO, la canasta alimentaria se ha encarecido 45% de diciembre del 2018 a septiembre del 2023, esto es casi el doble del incremento del sexenio anterior, con Felipe Calderón el aumento fue del 29% y con Vicente Fox 28%.

Además, Coneval diseñó una 2da línea, denominada «Línea de pobreza por ingresos», que incluye el costo de la canasta alimentaria, más la canasta no alimentaria, en otras palabras, a los alimentos se le suman los gastos en transporte público, educación, vivienda, vestido, salud y esparcimiento, entre otros servicios.

En el medio rural, el costo de la canasta alimentaria más la no alimentaria es de $12,685 y en la ciudad es de $17,518 mensuales, esto quiere decir que todas las familias cuyos ingresos sean inferiores se encuentran en pobreza por ingresos.

En conclusión, en este sexenio, la canasta alimentaria se ha incrementado 45% y por lo tanto, tenemos los precios de los alimentos más caros de la historia y todavía le queda un año al Gobierno Federal.

Por eso, le pregunto, estimado lector: ¿quiénes se han empobrecido más con el aumento del 45% en los precios de los alimentos, los pobres o los ricos?, quizá por eso decían que primero los pobres.