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Así fue como perdió un testículo Héctor Suárez Gomís

El actor y comediante aborda el tema con su peculiar sentido del humor.

Luz Noticias
06/12/22

Así fue como perdió un testículo Héctor Suárez Gomís

FOTO: Internet.

«¿Cuáles son las 4 palabras que no te gustaría oír cuando estás haciendo el amor?... "Mi amor, ya llegué"»…

Héctor Suárez Gomís, famoso actor, conductor y cantante mexicano, nos narra de una manera sumamente desenfadada, cínica y no falta de sarcasmo, cómo perdió un testículo durante su adolescencia.

Un hecho ocurrido durante un partido de futbol -al que considera como deporte extremo- cuando tenía catorce años, en plena «efervescencia adolescente».

A través de una publicación de su cuenta de Twitter @PelonGomis, Suárez Gomís se abre a sus seguidores y cuenta cómo es que perdió uno de sus testículos y cómo ha vivido desde entonces…

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O más bien intenta hacerlo, ya que rápidamente la historia toma otros derroteros, siempre con el uso de la comedia como bandera, yendo y viniendo entre la historia original y situaciones de lo más extravagantes, hiladas exquisito sentido del humor.

«Cuando comenzó mi vida sexual yo ya sabía de antemano que, si no hacía disfrutar a las mujeres, por lo menos las iba a matar de la risa. Y un ataque de risa puede compararse a un orgasmo, y muchos ataques de risa en la misma noche es lo mismo que orgasmos múltiples, bueno tal vez estoy exagerando un poco, pero la risa es un gran afrodisíaco. Es más; me atrevería a decir que la risa es mil veces mejor que un orgasmo», señala.


Tras establecer una analogía entre la risa y los orgasmos, el comediante narra cómo le apodaban en la escuela: el «Unihuevo». Posteriormente, aborda su tragedia desde otra perspectiva, y es que de lo único que parece lamentarse es de que no existan prótesis testiculares intercambiables.

«Qué lástima que no existen prótesis intercambiables para los testículos, porque de existir me divertiría mucho cambiándomelas según la ocasión», y entre esas ocasiones señala Halloween, Navidad y hasta Semana Santa.

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Luego de fantasear con ponerse una calabaza como testículo o, incluso, la nariz de Rodolfo, el Reno, el «Pelón de noche» continúa su relato, pero esta vez nos introduce a sus perversiones y las de algunas de sus parejas.

Filias y perversiones

Incluso, nos ilumina con los términos de algunas de estas filias: anomaxia, androidismo, asfixiofilia, acomoclitismo, entre otras, y todo desde el humor y el sarcasmo que siempre le han caracterizado.

Habla incluso de lo que denomina el «la leyenda urbana del sexo» y sus orgasmos de 30 minutos, y nos deleita con una descabellada situación en la que mezcla el sexo entre perros -que se quedan pegados- y orgasmos de media hora.

De ahí derivan las cuatro palabras que a nadie le gustaría escuchar cuando está haciendo el amor… sobre todo si está pegado a la pareja, a la mitad de un orgasmo de 30 minutos, con un solo testículo.

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