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Kobe Bryant: la agresión sexual que pudo costarle la carrera
Un caso que marcó su vida y marcará su recuerdo. Nunca alcanzará para ensombrecer su carrera, pero tampoco se puede soslayar.
FOTO: Internet.
Sin duda Kobe Bryant fue uno de los deportistas más destacados de Estados Unidos, que brilló en todo el planeta y que trascenderá por varias generaciones. Su extrema competitividad será parámetro para todos aquellos atletas con una voracidad fuera de lo común.
El basquetbolista estadounidense disputó 20 temporadas en la National Basketball Association (NBA), todas ellas en Los Angeles Lakers.
Kobe Bryant será por siempre, un mito. Más aún ahora, luego del trágico accidente que este jueves 26 de enero cumple 3 años de su dolorosa muerte.
Abuso:
Pero también habrá un incidente que no podrá borrarse, un caso que marcó su vida y marcará su recuerdo. Nunca alcanzará para ensombrecer su carrera, pero tampoco se puede soslayar.
A través de documentos legales, qué se cree que sucedió aquella noche del 30 de junio de 2003 en Colorado. Cómo aquella acusación de abuso sexual por parte de una chica de 19 años que trabajaba en un hotel trastocó su «luna de miel deportiva».
Bryant atravesó el peor momento que incluyó el abandono de sponsors y la separación temporal de su esposa, y también de qué manera el astro entendió aquella situación como un llamado del destino para cambiar muchas cosas de su forma de ser y recuperar el camino hacia la gloria.
Era junio de hace 17 años atrás cuando el jugador llegó a Cordillera, un pueblo de 7.000 habitantes, para alojarse en el hotel Lodge & Spa en la previa de lo que sería una simple artroscopia de rodilla.
Según se desprende de la declaración de ambos ante los investigadores, Kobe le pidió a la recepcionista que le mostrara las comodidades del resort y, ya en su habitación, ambos se besaron.
«Hicimos un tour por el lugar junto a uno de sus amigos y me pidió que en 15 minutos volviera a la habitación. Cuando lo hice, me pidió que lo abrace y ahí me besó. Yo lo permití…», declaró ella, quien precisó que los besos duraron «cinco minutos». Hasta allí, aseguran ambas partes, fue todo consensuado. Luego, las versiones difieren bastante…
«Me empezó a tocar, luego se bajó los pantalones y cuando empezó a intentar sacarme los míos, yo le dije que no, que me tenía que ir y ahí fue cuando me agarró del cuello. Le pedí que me dejara cada vez que se lo pedí que parase, él me apretaba más fuerte».
«No al punto de no poder respirar sino de una forma que me atemorizaba”, agregó ella.
Kobe nunca se detuvo y empezó, según lo que le dijo a la Policía, a frotarse sus partes íntimas por sobre los pantalones de la chica. Cuando ella pudo pararse y caminó hacia la puerta, él se interpuso y la tomó con ambas manos del cuello.
La llevó hasta un sillón, le levantó la remera y empezó a desnudarla. «A ese punto ya estaba muy asustada», aclaró la chica, quien aseguró haberle dicho que no varias veces. Consultada por los agentes sobre si cree que el acusado la escuchó, fue clara.
«Seguro, porque cada vez que le decía, él me agarraba más fuerte». Ahí fue, cuando con una mano en su cuello, Kobe acercó su cara a la de ella y le dijo. «¿No es cierto que no vas a decirle a nadie, no?».
Ella admitió que le dijo que no varias veces, incluso dándose vuelta y mirándolo a la cara, y Bryant prosiguió hasta la penetración.
«Tenía miedo de que si le decía que sí, fuera todavía más físico conmigo», explicó. Según la testimonial, la penetración «duró cinco minutos», con ella llorando, hasta que Bryant paró… Entonces le pidió que se arreglara el pelo, se lavase la cara y, antes de dejarla ir, le repitió que «esto debe quedar entre nosotros».
La declaración de Bryant fue muy distinta:
Primero, sorprendido por las preguntas de la Policía, dijo que no había pasado nada entre ellos y, cuando los agentes le informaron sobre la denuncia, lo primero que atinó a decir fue «si podemos arreglar esto de alguna manera, porque si mi esposa se entera de esto puede enojarse mucho».
Cuando se le aclaró que la chica se había sometido a estudios de semen y sangre, la estrella de los Lakers aceptó que ambos habían tenido sexo «absolutamente consensuado».
Precisó que, cuando llegaron a la habitación, la chica le mostró su tatuaje en la espalda y luego lo besó. Consultado por los detectives sobre si ella dijo que no en algún momento, respondió «un segundo, estoy pensando qué hablamos en esos momentos..».
Tras precisar que ella le practicó brevemente sexo oral, cuál fue la posición y la duración del acto (cinco minutos), Kobe recordó que en el único momento que escuchó la negativa fue cuando él pidió «terminar» en su cara.
Entonces, precisó que nunca había eyaculado sobre ella, que lo hizo cuando dejó la habitación, sobre una remera blanca que, incluso, el astro le tiró a una de las investigadoras... Bryant, además, admitió que ya antes había sido infiel.
Incluso precisó que tenía una amante de nombre Michelle, con quien hacía el mismo «juego» de agarrarla del cuello...
Por último, el jugador hasta invocó a Shaquile O’Neal en su testimonio. «Tendría que haber hecho como él, que les da dinero y regala autos… Ya debe haberse gastado un millón de dólares» en mantener calladas a las mujeres ocasionales.
La primera declaración pública de la estrella llegó 12 días después. «Cuando la verdad se conozca, todo estará bien, ya verán… Ustedes me conocen, yo no debería decir nada. Saben que yo nunca haría algo así», publicó en el diario Los Angeles Times.
Cuatro días después hizo su primera aparición pública, con su esposa Vanessa Williams, en la entrega de los premios ESPY. Un día antes de que fuera formalmente acusado de violación y secuestro, dos cargos que podían condenarlo a una pena máxima de cadena perpetua.
Kobe, entonces, dio una conferencia de prensa, acompañado por su mujer, rechazando las acusaciones. «Soy inocente. No la obligué a nada», aseguró antes de admitir su único error, haber sido infiel. «Estoy muy enojado conmigo mismo por haber cometido adulterio», cerró, con gesto adusto.
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