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Vivía en un albergue en Durango, lo sacaron y lo trajeron a «tirar» a Mazatlán

Los hombres del albergue lo dejaron en el monte, le dijeron que iban por un café y ya no volvieron.

Dilan Gómez
08/04/23

Vivía en un albergue en Durango, lo sacaron y lo trajeron a «tirar» a Mazatlán

Don Cenobio tiene 64 años de edad. FOTO: Luz Noticias

De la forma más cruel y despiadada, personal de un albergue en la ciudad de Durango viajó hasta Mazatlán y abandonó a un adulto de 64 años de edad que tenía varios días ahí. Sólo le dijeron súbete a la camioneta y viajaron cerca de tres horas hacia el puerto para deshacerse de él.

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Esta es la historia de Don Cenobio Castañeda Olmos, un hombre que fue visto por vecinos del fraccionamiento Urbivillas cerca de la salida sur de Mazatlán, y que él mismo cuenta su triste historia.

Don Cenobio teme que, debido a su problema que las piernas, el cual no le permite caminar con normalidad, no era alguien «útil» en el albergue, ya que no podía ayudar con la limpieza, por lo que rápidamente percibió malas miradas y tratos diferentes a raíz de eso.

«Yo no puedo hacer tanto porque no camino bien, entonces, yo creo que eso le molestó o no sé, total que de ahí ya la noté media rara y al otro día en la noche me dijo un señor, que no es de DIF (…) que me van a llevar a una parte por ahí… ¡No! Vi que agarró carretera y ya se me hizo mucho (…) y me trajeron a hasta Mazatlán», relató.

El sexagenario explicó que, junto a otra persona, los tiraron a la calle en una zona de terracería y maleza, les dijeron las personas que los trajeron que irían por un café y ya no volvieron más.

«Me dejaron allá para aquel lado en terracería, me dejaron a mi y a otro muchacho que también estaba en el mismo cuarto que ahorita venían, que nos iban a traer un café…Nada, fue para regresarse para Durango, ahí nos dejaron», lamentó.

Pese a lo ocurrido, Don Cenobio se mantiene positivo, afirmando que donde sea que esté, llueve, truene o relampaguee todo estará bien.

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«Yo no me quejo; yo creo mucho en Dios, y vivo cómo está el clima, en donde me duerma, tengo aquí dos cobijas, ya con eso la gente que es muy buena me da un taco para comer», destacó.

Es tanto en trauma que sufrió, que ya no quiere volver a pisar nunca un albergue, ya que teme que si vuelve a uno, lo lleven a lugares más alejados aún.

«Ayer vinieron unas personas que traen unos chalecos grises, y dicen: vamos para llevarte a un albergue… yo cortante les dije: yo a un albergue ya no entro -¿le dolió que le hayan hecho eso?- Sí como no, desde allá hasta acá. A la señora, ¿Qué le hubiera costado haberme dicho «vete a tu casa»?», describió.

Aunque es originario de Zacatecas, Cenobio tenía varios años viviendo en Durango con su hermana, quien ya lo había internado en varios albergues, mientras que en Ciudad Juárez, Chihuahua tiene más familia también.

«Tengo en Ciudad Juárez tres hijos, dos hombre y una mujer, tengo dos hermanas, un hermano, muchos sobrinos y somos una familia numerosa», detalló.

Vive con incertidumbre

Cenobio confesó que no sabe dónde quiere estar, pues no quiere dar molestia a su familia y los albergues ya no quisiera visitarlos por el temor que existe, por lo que adelantó que intentará sobrevivir a como dé lugar, sin dejarse vencer.

«Yo no quiero molestar, total, me vaya como me vaya. Total no pasa nada, nada», finalizó.

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