Incrementa la actividad de coleccionismo de objetos y artículos en México

Se puede definir al «Coleccionismo» como una actividad que consiste en organizar y agrupar determinados objetos, con la meta de obtener una recopilación de los mismos.

Para esta actividad se tienen antecedentes del 5000 A.C., según datos de la investigación realizada por Isabel Pinillos Espinoza, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en 2003, donde el conservar objetos y transferirlos entre diversos actores de diversas épocas en la sociedad, le comenzó a dar ese valor agregado a objetos con ciertos años de antigüedad o, bien, con algún extra de importancia.

En México, este fenómeno abarca diferentes rubros como: monedas y billetes antiguos, arte mexicano, figuras de lucha libre, muñecas artesanales, botellas de tequila, tarjetas de béisbol, juguetes, entre otras cosas.

La manera en como se maneja este mercado ha evolucionado con el paso del tiempo. Anteriormente, los coleccionistas contaban con el mercado uno a uno como su principal fuente de abastecimiento, aunque con la llegada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, la forma de hacer operaciones se mudó a redes sociales y a plataformas oficiales de compra-venta de productos.

Incluso, nuestro país está catalogado como una potencia mundial en algunos rubros de esta particular actividad, según una nota del sitio iart.es; se muestra como los coleccionistas mexicanos son líderes en el mercado de obras de arte.

Como en cualquier carrera hay muchas historias detrás y Luz Noticias entrevistó a un particular coleccionista que combina una vida de ciencia, empresariado y claro, en la compra y conservación de artículos.

Testimonio

Alex Bleu, conocido así en redes sociales, nació en Guadalajara y es Biólogo Molecular, Maestro en Análisis Clínicos y Doctor en Ciencias Biomédicas. Además, se dedica a la industria y realiza auditorías en una empresa nacional.
Se dedica, ocasionalmente, a la investigación y realiza también de forma esporádica publicaciones en revistas científicas, junto a sus actividades de auditoría en el sector privado.
Aunque es el coleccionismo, una actividad que se convirtió en una verdadera pasión para este hombre de 33 años. Que ha hecho de su carrera profesional una repleta de facetas y momentos camaleónicos.
Fue la nostalgia lo que funcionó como parteaguas para dar inicio a sus primeras operaciones dentro del coleccionismo en 2012, afirmó que fue un sentimiento por intentar recuperar artículos de su infancia que se perdieron con el tiempo, así como los que no pudo tener cuando era pequeño.

«La nostalgia, como tal y coleccionando en forma llevo desde 2012. Ahí quise recuperar las cosas de mi infancia que no pude cuidar, pero normal, todos los juguetes normalmente se destruyen. A mí me gustaba ver como funcionaban las cosas y desarmarlas y pues no se volvían a armar», explicó.

Su especialidad son los artículos de entretenimiento retro, juguetes, juegos de mesa, videojuegos, libros, revistas, álbumes, entre otras cosas y su lote se compone de más de 600 colecciones.

«Hace aproximadamente un mes me dediqué a etiquetarlas, cuantificarlas y revisar que todo estuviera bien. Actualmente, cuento con 620 colecciones completas», afirmó.

Alex Bleu añadió que ese número no incluye objetos que como tal, no considera como una colección, pero son artículos coleccionables. Dentro de estos objetos entran coleccionables como Max Steel, de los cuales no cuenta con años completos y por ello se encuentran catalogados así. En ese rubro hay más de mil objetos en la colección de este tapatío.
Otro objeto importante que entra en esta categoría es un libro de la franquicia de juguetes Monster in my Pocket (Monstruos de Bolsillo en español), el cual es de origen alemán y no es considerado de colección, pero para aquellos seguidores de la serie es coleccionable y por ello lo tiene.

La colección

Alex Bleu dijo que el coleccionista, no importando los objetos que recolecte, tiene que tener un objetivo muy bien definido así como parámetros, pues el no contar con ello podría llevar a la locura al colector y procrastinar con objetos.
Su colección personal abarca productos desde los años 60 y el mínimo para poder ingresar son 20 años de antigüedad. Aunque existen excepciones como una colección de figuras de origen colombiano que se estrenó el año pasado, pero gracias a su estilo retro entró al parámetro.

El Mercado

Respecto a la compra-venta que se puede generar en este mercado, este coleccionista considera que es un estilo de vida, lo cual ve como una inversión, aunque en su filosofía no pretende comprar y vender, pues quiere llegar más allá de ser un coleccionista/comerciante.
Aunque apuntó que siempre será una actividad redituable, pues un artículo coleccionable aumentará su precio día con día.
La rareza dentro de una colección

Para un coleccionista siempre existirá una pieza rara o destacada dentro de su lote. Desde el valor sentimental al económico.

«De valor sentimental es una pieza que conservo de mi niñez, es un muñeco que mide menos de 1 centímetro, de la colección Mighty Max, ese es el único juguete favorito que sobrevivió toda mi infancia porque mi mamá lo guardó», expresó.

«La más cara y valiosa económicamente son micropiezas tipo Micro Playset, es de Godzilla de 1996 y es muy rara. Yo creo que en México, quien la tenga cerrada somos 2 o máximo 3 personas. La última pieza se compró en una subasta en Estados Unidos y alcanzó los 3 mil 500 dólares aproximadamente», comentó.

La estrategia

Cada coleccionador tiene un modelo para elegir, cuál será la nueva pieza a agregar, en el caso específico del también investigador, después de conseguir las que marcaron su infancia o las que alguna vez deseó tener, ahora busca las más representativas por año.
Tiene que ser algo que hable por sí mismo o que sea meramente de su gusto, pues aquí es donde desemboca una problemática comentada con anterioridad que es el postergar o querer agrandar colecciones.
Eso le ocurrió con las figuras originales de las Tortugas Ninja, de las cuales solo quería a las 4, pero pensó en que al tener estas en su poder querría a los villanos, vehículos y otros accesorios, lo que lo haría un cuento de nunca acabar.
El conocimiento de Alejandro se ha agudizado tanto que le han invitado a formar parte de grupos exclusivos de coleccionistas y administra los mismos. Explicó que uno de los puntos más importantes en esto, es el de que la gente ayuda a la gente.
En este sentido, dijo que se crean redes de apoyo que tienen como objetivo final encontrar piezas que representan cierta dificultad, así como ampliar el conocimiento de series coleccionables.

«Actualmente, tengo yo creo que fácil más de 600 amigos activos que son los que me escriben, me ayudan y también trato de asesorarlos, eso sí en cuestiones monetarias no, pero sí en encontrar piezas y como conseguir más rápido todo», dijo.

Coleccionar no es caro y tampoco es necesariamente raro

Este coleccionador treintañero afirma que esta actividad está mal catalogada y que muchas personas creen que es para muy pocos.
Opina que el mercado de pronto está mal dirigido y eso provoca que piezas que realmente son baratas sean vendidas por una cantidad mucho mayor.
Esto provoca que vendedores, incluso, cataloguen como raros objetos que pueden conseguirse con facilidad, lo que crea un sesgo en la sociedad que lleva a catalogar al coleccionismo como trabajo de unos cuantos.

«Tienes que dejar a las nuevas personas que puedan seguir coleccionando y eso es lo importante porque si no, desanimas al público», afirmó.

Los canales de compra y distribución

Alex utiliza redes sociales y contacta a compradores y coleccionistas que quieren comprar o vender y con ello genera una base de datos para saber que es lo que se está moviendo en el mercado.
Otra herramienta es Ebay, pues el mercado mexicano es voraz y los precios se inflan de una manera estratosférica, por lo que prefiere hacer adquisiciones por medio de esta plataforma extranjera.
Entiende que los precios en México se inflan porque el origen de estos casi siempre es la importación y esta conlleva a altos costos para hacer llegar el producto a territorio nacional.
Catalogó como bonito también hacer compras de manera física, especialmente en el tianguis porque eso le encanta.
Existen experiencias buenas y malas pero memorables al final
Ahora que este tipo de compra-venta se realiza de manera digital en su mayoría, también hay malas experiencias. En el caso del jalisciense, ha sido víctima de algunas estafas, las cuales afirma le han dado experiencia.

«Me han estafado, yo creo que unas 4 veces y no más de ahí, la primera fue por iluso porque, pues te emocionas y es la primera vez, le depositas a alguien que no sabes ni siquiera quien diablos es, eso me pasó yo creo que hace como 15 años», comentó

A ello, se le sumaron algunas estafas más que fueron forjando a este coleccionista, aunque dice que han sido pérdidas considerables de dinero en esas transacciones fallidas, mencionó que prefiere gastar 5 o 10 mil pesos por ver pagar a una persona que le hace mal a otros coleccionistas, siempre dentro de una vía legal.
En cuanto a buenas experiencias ha tenido algunos trueques de piezas, el conocer grandes amigos en el gremio, hizo un paréntesis en que no todo es compra-venta, sino también cambios, que son situaciones que generan tanto amistad como afianzar relaciones comerciales.

«Hay personas que ni siquiera conozco físicamente, pero les tengo la confianza para decirles que realicen un depósito de grandes cantidades a equis persona y viceversa», añadió.

Mencionó que dentro de estas personas existen médicos, poetas, ingenieros, diseñadores y de todo tipo de rubros profesionales, que a su vez son personas reconocidas.

La organización

Por el momento este Doctor cuenta con un cuarto que ya se encuentra lleno de cajas acomodadas y dentro de estas cajas hay otras cajas y de estas últimas bolsas separadas con cada una de las colecciones.
Aclara que se encuentran separadas dependiendo del material, asegura que trata de no mezclar papel con plástico o comestibles con dulces, los cuales aísla de una manera más específica, puesto que son dulces de más de 20 años.
Se debe tener un cuarto con control de humedad, polvo, rayos uv, empaques de plástico libre de ácidos, ya que el papel y el plástico después de mucho tiempo generan una reacción química que provoca pérdida de tinta o la degradación de ciertos materiales.

La exhibición

El mundo del coleccionismo y las relaciones que ha generado este hombre lo han llevado a conocer museógrafos, quienes le han enseñado con el paso del tiempo a como se debe hacer una exhibición de manera correcta, pues hay reglas para que algo luzca.
Desde 2020, tenía planeado hacer una exposición de todas las colecciones en Zacatecas, pero la pandemia y otros imprevistos lo han impedido. Además de que los museógrafos le advirtieron que tendría que ser un trabajo muy pesado, pues, incluso, con una exhibición de 200 piezas seguramente habría pérdidas, por lo que se sigue analizando cómo exponer todo.
Espera pronto poder afianzar un proyecto de un museo público, para que las personas no se olviden de sus juguetes.
Al momento, Alex expone sus colecciones por medio de redes sociales, realiza sesiones fotográficas a cada una y, posteriormente, la almacena junto a las demás.

Hay un valor histórico y cultural

Dentro de su larga travesía de más de 10 años ha adoptado una comprensión del valor cultural e histórico de cada pieza adquirida.
Un ejemplo de ello fue una serie de tarjetas que llegaron a ser prohibidas por lo explícito de su contenido, en cuanto a sangre, a pesar de ello, él tiene uno de los pocos lotes que quedan en el mundo.
Esta serie de cartas lleva por nombre Don´t let it happen Here (No dejes que suceda aquí en español) de Gum Company del año 2003, hacen una crítica a atrocidades suscitadas en diferentes lugares del mundo. Fue prohibida por mostrar trata de personas, corrupción, asesinato, abuso de poder, entre otras cosas.
Además, en su amplia colección cuenta con algunas piezas de juguetes de guerra, ya que en la Segunda Guerra Mundial, explica el mercado de juguetes fue uno muy importante por cuestiones de crítica o propaganda. Incluida la época de la posguerra, donde los juguetes ayudaron a niños a sobrellevar los malos momentos que pudiesen haber vivido.

«La historia es de los que ganan y pueden borrar y modificar la historia a como ellos quieran, pero un juguete al pasar tan desapercibido no», aseveró.

Consejos para ser coleccionista

Al finalizar, la entrevista Alex Bleu dejó una serie de consejos para todas aquellas personas que tengan el deseo de incursionar en ese mundo.
Explicó que al coleccionista no lo hacen sus colecciones, sino sus experiencias y amigos, dijo además que el coleccionista no es el que tiene un número mínimo o máximo de objetos, ni de calidad ni de otro parámetro. Inclusive, expuso que si una persona colecciona piedras, ya es coleccionista.

«Tengo amigos muy especiales que coleccionan cosas muy, muy raras, por ejemplo, pañales, marcas de pañales. Tengo otro amigo que colecciona perfumes, otro que colecciona pequeños pedazos de suturas para médicos de diferentes décadas. Entonces, puedes ser coleccionista de cualquier cosa y sigues siendo un coleccionista», finalizó.

Si te interesa conocer más de este coleccionista y sus tesoros, no dejes de visitar su facebook:

https://www.facebook.com/alex.bleu.7737?mibextid=ZbWKwL