Remesas, el doble discurso

A propósito de que el Presidente volvió a presumir las remesas en el 5to Informe de Gobierno, esas mismas que antes criticaba y que se estiman superen los 64,000 millones de dólares para final de año,  es una buena oportunidad para preguntarnos, ¿las remesas son un indicador del éxito o del fracaso de la estrategia del Gobierno Federal para crear oportunidades y empleos de calidad para todos los mexicanos?

Para responder esta interrogante, lo primero que habría que preguntarnos es, ¿por qué emigran los mexicanos? Según el Anuario de Migración y Remesas 2022,  la principal causa de la migración es para buscar un mejor trabajo (43%), la 2da razón es para estudiar (35%) y para reunirse con su familia el 8%.

En Estados Unidos, el salario mínimo es de 15.74 dólares por hora, por lo que considerando una jornada de 8 horas, se genera un ingreso de 126 dólares diarios y eso equivale a $2,156, comparado con el salario mínimo de $207 diarios en México; es decir, un trabajador en Estados Unidos gana 10.4 veces más que en nuestro país.

Esta enorme brecha salarial es la principal causante de la fuga del talento y de nuestra fuerza laboral.

Cabe señalar que en los casi 5 años que lleva el Gobierno Federal, las remesas se han incrementado 74%, al pasar de 33,677 mdd en el 2018 a 58,510 mdd en el 2022, pero, además, las remesas se han convertido en la principal fuente de ingresos del país, arriba de la exportación de alimentos (50,133 mdd), del petróleo (38,972 mdd), la IED (36,396 mdd) y el turismo extranjero (26,347 mdd).

Por sexenio, en los casi 5 años que lleva López Obrador han llegado a nuestro país 226,000 mdd de remesas, esto es 41% más que todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, 62% más que con Felipe Calderón y 130% más que con Vicente Fox.

Esto ha convertido a México en el 2do país del mundo que más recibe remesas, solo después de India.

Particularmente, de enero a julio del 2023 nuestros paisanos enviaron a sus familias 35,895 mdd de remesas, esto es un 9% más que en el mismo periodo del año pasado, por lo que las remesas podrían alcanzar los 64,000 mdd al final del 2023, lo que equivale a  1.1 billones de pesos.

Para dimensionarlo, las remesas representan casi el doble de todos los programas sociales del Gobierno Federal, incluyendo la Pensión para los Adultos Mayores, para Personas con Discapacidad, las Becas para Educación Básica, Jóvenes Construyendo el Futuro y el programa Sembrando vida, que en conjunto suman 600,000 millones de pesos.

Asimismo, el monto de las remesas equivale a construir 9 aeropuertos internacionales, como el Felipe Ángeles o 3 Refinerías Dos Bocas; de este tamaño es la importancia de los envíos de divisas que hacen nuestros paisanos.

Por entidad federativa, 7 estados concentran el 50% de las remesas: Jalisco (8.8%), Guanajuato y Michoacán (8.6% cada uno), Chiapas (6.8%), Edomex (6.5%), Cd. de México 5.4% y Guerrero (5.1%).

Sinaloa recibió 568 mdd de remesas en los primeros 7 meses del 2023,  lo que representan 3 veces más que la captación de Inversión Extranjera Directa (193 mdd).

Si bien, es cierto, las remesas han permitido elevar los ingresos de 5 millones de hogares y reducir la pobreza, también, las remesas son un indicador de expulsión de la población joven (el 63% de los migrantes tienen entre 15 y 30 años), por lo que deberían ser vistas como una vergüenza nacional y un fracaso del Gobierno Federal.

Por eso, le pregunto estimado lector, ¿las remesas son un indicador del éxito o del fracaso del Gobierno Federal?