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Domingo de Pascua: ¿porqué se celebra?
Entre estas fechas destacadas, el Domingo de Pascua emerge como un día central y lleno de significado para millones de creyentes en todo el mundo.
Domingo de Pascua: ¿porqué se celebra?. | FOTO: Temática.
La Pascua, también conocida como Pascua de Resurrección o Domingo de Pascua, representa la culminación de la Semana Santa y conmemora la resurrección de Jesucristo, según relatan los evangelios canónicos.
Este año, el Domingo de Pascua será el próximo 31 de marzo, momento en el que la comunidad cristiana celebrará con devoción y alegría esta festividad central.
El domingo de Pascua, como día de celebración, adquiere una importancia esencial en el calendario litúrgico. En la tradición católica, la Semana Santa precede a este día con el Domingo de Ramos, marca así un periodo de reflexión, penitencia y recogimiento que culmina en la celebración jubilosa de la Resurrección.
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¿Por qué se celebra el Domingo de Pascua?
- Desde una perspectiva teológica, este día representa la victoria de la vida sobre la muerte, un renacimiento espiritual y la esperanza de la redención.
En contraste con el sábado, considerado día santo en el Antiguo Testamento, el domingo adquiere un nuevo significado en el Nuevo Testamento como el día en que Jesús resucitó de entre los muertos, convirtiéndose en el día de la semana consagrado por la Iglesia Católica.
Para vivir plenamente el Domingo de Pascua, los fieles tienen a su disposición una serie de recomendaciones que incluyen prácticas devocionales y celebraciones familiares.
Entre estas acciones se encuentran la bendición del hogar, la participación en el «Vía Lucis», una oración que profundiza en el sentido pascual, así como la representación de la Resurrección de Cristo.
La ornamentación del hogar con elementos simbólicos como velas, flores y mariposas, y la enseñanza de cantos a los niños, son algunas de las prácticas sugeridas para celebrar este día de manera especial.
Además, gestos de caridad y generosidad como regalar pequeños cirios pascuales o botellas de agua bendita, junto con mensajes de felicitación a seres queridos, son formas de compartir la alegría de la Pascua con la comunidad.
En resumen, el Domingo de Pascua trasciende las fronteras de la fe para convertirse en un momento de renovación espiritual y de unión familiar, donde la luz de la resurrección ilumina los corazones y las esperanzas de millones de personas en todo el mundo.
