México
Manteca de cerdo: por estas razones fue desplazada de la cocina mexicana
Es uno de los ingredientes más importantes para darle sabor a algunas comidas.
La manteca de puerco sirve para darle sabor a distintos platillos. FOTO: Internet
En la actualidad hay una gran variedad de aceites vegetales y animales que sirven para condimentar y darle sabor a un sinfín de platillos, pero uno de los que más destaca y ha perdurado por generaciones es la manteca de puerco, aunque ya no como antes, ¿Por qué?
La manteca de puerco es la parte grasa del cerdo empleada en la elaboración de ciertos platos. En algunas ocasiones se emplea como ingrediente y a veces se emplea como elemento graso en la fritura de ciertos alimentos, aunque en los medios rurales se ha empleado también como ingrediente graso en la elaboración de jabones.
¿Por qué dejó de usarse tanto?
Para entender el contexto actual de la manteca de cerdo es indispensable conocer su origen. En México, la manteca de puerco llegó gracias a los españoles en la época de la colonización, la cual llegó a darle todavía más sabor a alimentos como el tamal, las frituras o el frijol.
Su utilización fue aumentando con el paso de los años, al punto de que en el siglo XX prácticamente formaba parte de la canasta básica, pero ciertos prejuicios hicieron que su uso fuera disminuyendo drásticamente en México.
La principal razón por la que la manteca de cerdo dejó de ser utilizada en México se debió a la estigmatización que se hizo sobre esta, primeramente con la idea de que esta era dañina para la salud, complementándose con la creencia de que era una grasa alimentaria con arraigo entre las clases pobres, a quienes se señalaba como ignorantes, insalubres y antihigiénicos.
Estas ideas erróneas costaron factura e hicieron que la manteca de puerco comenzara a ser reemplazada poco a poco por el aceite vegetal, con el argumento de que era más sano y para personas de clase alta.
¿Es dañina la manteca de puerco?
Ya hablando en materia, la manteca de puerco no podría decirse que es dañina, claro que en grandes cantidades lo es (como todo), pero en general tiene más beneficios que consecuencias negativas.
Sánchez Escalante, profesora del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, señala que estudios científicos indican que la grasa de cerdo es libre de grasas trans, tiene bajo contenido de sodio, es rica en vitaminas B, C, D, calcio, y contiene minerales como fósforo y hierro.