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Por psicosis de violencia en Mazatlán, la actividad turística y ventas en el puerto caen al 40 %
El alcalde Édgar González Zataráin destacó que la actividad turística en pueblos señoriales de la zona rural disminuyó un 80 por ciento.
El puerto se ha visto perjudicado por la violencia, como todos los municipios del estado. FOTO: Cortesía
La psicosis de violencia que se vive en el puerto de Mazatlán, por hechos que ocurren en Culiacán y los recientes bloqueos en carreteras, han sembrado el miedo entre los turistas que llegan al puerto, provocando una caída del 40 por ciento en la actividad turística, reconoció el alcalde Édgar González Zataráin.
El presidente de Mazatlán informó que los más afectados desde hace aproximadamente tres semanas son los restaurantes, hoteles y el sector transporte, quienes actualmente viven una situación complicada, ya que los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, evitan pisar este destino de playa por temor a la violencia que se vive en el entorno del municipio.
Informó que la situación es aún más desesperante en los pintorescos pueblos rurales como La Noria, El Quelite y El Roble, lugares que solían atraer a turistas que buscaban una experiencia más auténtica; hoy, esos lugares están desolados, y las ventas en restaurantes ha caído un 80 por ciento.
"Sí nos ha afectado mucho en el tema turístico, no solamente hay que reconocerlo, hay que preocuparnos por esa parte. Por ejemplo, todo lo que es la zona rural cayó un 80 por ciento, es fuerte porque de ahí viven muchas familias, en el caso de La Noria, El Quelite, El Habal, El Roble, hay restaurantes y todas las actividades que tienen que ver con las artesanías. Y obviamente la ciudad también, se resintió fuerte desde hace tres semanas, acá ha mermado hasta un 40 por ciento,30 % o 50 %, de restaurantes, hoteleros, transportistas, hasta los vendedores ambulantes por qué no venden, es una cadena que nos pega todos, y ha sido más por la psicosis del entorno, en las carreteras", expresó.
Los vendedores ambulantes en las playas de Mazatlán también han sentido el golpe, y es que las playas, que en esta temporada suelen estar con presencia de turistas comprando recuerdos, comida o artesanías, ahora lucen prácticamente vacías.
Confía en el beisbol
A pesar de la crisis, el alcalde Edgar González mantiene la esperanza de que el arranque de la temporada de béisbol 2024-2025 ayude a reactivar la economía en el puerto, argumentando que este deporte siempre ha sido un gran atractivo para el destino sol y playa.
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