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Sábado de Gloria en México: ¿Por qué se acostumbra a "mojarse" ese día?
Pocos conocen el verdadero origen de esta tradición, que con el tiempo ha ido desapareciendo debido a la escasez de agua, aquí te la contamos.
FOTO: Temática.
Cada año, durante la Semana Santa, el Sábado de Gloria o Sábado Santo es una fecha en la que muchas personas en México acostumbraban mojarse con globos de agua o cubetadas.
Sin embargo, pocos conocen el verdadero origen de esta tradición, que con el tiempo ha ido desapareciendo debido a la escasez de agua y las regulaciones que prohíen su desperdicio en el país.
El significado del Sábado de Gloria en la tradición cristiana
El Sábado de Gloria es una fecha clave dentro de la Semana Santa en la religión católica. Es un día de luto y reflexión, pues se conmemora el fallecimiento de Jesucristo en la cruz. En la tradición litúrgica, este día marca el final del Triduo Pascual y antecede al Domingo de Resurrección.
Este sábado también es significativo porque simboliza la espera de la resurrección de Cristo y el paso de la muerte a la vida. En la antigüedad, era considerado el primer sábado del plenilunio de primavera, y estaba vinculado a diversos rituales religiosos.
El origen de la tradición de mojarse
La costumbre de mojarse en Sábado de Gloria se remonta a la Edad Media, cuando la iglesia católica imponía estrictas normas de abstinencia durante la Cuaresma. Una de estas normas prohibía bañarse durante toda la Semana Santa, pues el agua era considerada un elemento de purificación que debía reservarse hasta el Sábado de Gloria.
Con la llegada de este día, las personas se rociaban agua como un símbolo de purificación y para "lavar" los pecados acumulados.
Además, era común que en esta fecha se realizaran bautizos colectivos, en los cuales los sacerdotes optaban por mojar a la multitud al mismo tiempo debido a la gran cantidad de fieles que acudían a recibir el sacramento.
De la tradición religiosa a una actividad recreativa
- A lo largo de los años, la práctica de mojarse en Sábado de Gloria se transformó en una actividad más recreativa que religiosa. Niños y adultos comenzaron a lanzar globos con agua y a jugar con cubetadas en las calles.
No obstante, en la actualidad, esta costumbre ha disminuido debido a la concientización sobre la crisis hídrica que afecta a muchas regiones de México y el mundo.
