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¿Quién es el santo del día? Santoral católico de este viernes 7 de noviembre de 2025
Este 7 de noviembre, la Iglesia Católica celebra a varios santos y beatos entre ellos, a San Ernesto y San Engelberto
Llegamos al viernes 7 de noviembre y, como es costumbre en la Iglesia Católica, cada día trae consigo la fiesta de héroes de la fe, esos hombres y mujeres que nos dejaron un testimonio de vida increíble.
En esta fecha, el santoral celebra a varias personalidades, pero hay dos figuras que brillan con luz propia y que vale la pena conocer más a fondo: San Ernesto y San Engelberto.
Santos del 7 de noviembre
- San Ernesto
- San Engelberto
- San Amaranto de Albi
- San Atenodoro de Neocesarea
- San Baldo de Tours
- San Prosdócimo de Padua
- San Florencio de Estrasburgo
- Santos Jacinto Castañeda y Vicente Lê Quang Liêm (Mártires)
Historia de San Ernesto
Si hay un santo del día que nos enseña que a veces la fe nos lleva por caminos inesperados, ese es San Ernesto.
Nació en lo que hoy es Alemania, en el siglo XII, fue Abad del monasterio benedictino de Zwiefalten, pero renunció a la tranquilidad de ese lugar para unirse a la Segunda Cruzada (entre 1147 y 1149).
El monje, acostumbrado a la oración y el silencio de su abadía, sintió el llamado de ir a Tierra Santa por lo que San Ernesto dejó su puesto de abad para predicar en lugares lejanos como Persia y Arabia.
No se fue a pelear con una espada, sino a llevar la Palabra de Dios, incluso entre los sarracenos (como se les llamaba entonces a los musulmanes).
Su valentía le costó caro, ya que fue apresado, torturado y murió mártir alrededor del año 1148 en La Meca.
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Historia de San Engelberto de Colonia
Otro personaje fundamental que celebramos es San Engelberto, un líder religioso que no le tuvo miedo a meterse en política para defender lo correcto.
San Engelberto fue un arzobispo de Colonia (Alemania) y Conde de Berg, vivió en el turbulento siglo XIII y trabajó incansablemente para reformar la Iglesia y defender los derechos de los más débiles contra los abusos de los nobles.
San Engelberto era una figura poderosa, pero usó esa fuerza para el bien, y se dedicó a limpiar y ordenar la Iglesia en su diócesis y, lo más importante, se convirtió en un defensor de la justicia.
En esos tiempos, muchos nobles abusaban de su poder, y Engelberto se puso del lado de la gente común, enfrentándose a los poderosos.
Fue tutor y consejero del joven rey Enrique VII, pero sus reformas y su valentía le ganaron enemigos muy peligrosos. Tristemente, fue asesinado por encargo de un primo, Federico de Isenberg, un noble al que se había enfrentado por sus fechorías, un 7 de noviembre de 1225.
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