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El avión más grande del mundo está por despegar, podrá cargar más de 70 t
Diseñado por Radia, una empresa con sede en Colorado, este coloso de los cielos medirá 108 metros de largo, tendrá tres pisos de altura y una envergadura de 80 metros.
La industria aeronáutica se prepara para un cambio histórico con el desarrollo del WindRunner, un gigantesco avión de carga que promete convertirse en el más grande del mundo y superar al legendario Antonov An-225. Su construcción ya está en marcha y representa una inversión millonaria que busca revolucionar la logística de la energía eólica.
Diseñado por Radia, una empresa con sede en Colorado, este coloso de los cielos medirá 108 metros de largo, tendrá tres pisos de altura y una envergadura de 80 metros.
Su propósito principal será resolver uno de los mayores desafíos del sector energético: el transporte de palas de turbinas eólicas que superan los 100 metros de longitud, una tarea prácticamente imposible mediante carreteras, túneles o puertos tradicionales.
Una aeronave única en su tipo
El WindRunner contará con cuatro motores de alto empuje, estructura fabricada en aluminio de alta resistencia y capacidad para trasladar palas de hasta 105 metros directamente a parques eólicos, incluso en pistas de tierra o zonas rurales, donde mayormente se desarrollan estos proyectos.
La aeronave podrá soportar una carga de hasta 72.500 kilos, una cifra inédita en aviones de ala fija diseñados para operaciones logísticas de gran escala.
Mark Lundstrom, CEO de Radia, explicó que el proyecto nace de una necesidad urgente en el mercado:
"Hay una gran brecha en la capacidad de aviones de carga pesada. La energía eólica necesita pensar en grande. Si no podemos mover las piezas, no podemos avanzar hacia una energía verdaderamente limpia."
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Inversión millonaria y fecha de despegue
- La compañía ha recaudado más de 150 millones de dólares para el desarrollo de la aeronave.
De acuerdo con el cronograma, las primeras pruebas del WindRunner comenzarían en 2029, mientras que su entrada en operación se proyecta para 2031, una vez que obtenga la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Lundstrom detalló que el diseño se basa en componentes aeroespaciales que ya se producen en masa, lo que permitirá acelerar la fabricación:
"Analizamos todas las maneras de mover grandes componentes y concluimos que la mejor opción era un avión de ala fija. Estamos construyendo la aeronave más grande del mundo porque el mercado la necesita", señaló.
Un motor para las energías limpias
- El WindRunner no solo busca romper récords de tamaño, sino impulsar el futuro energético del planeta.
- Su capacidad para transportar piezas gigantescas directamente a zonas remotas podría disminuir costos logísticos, acelerar la instalación de turbinas eólicas y facilitar el crecimiento de la energía renovable a gran escala.
Si todo avanza según lo previsto, el "rey de todos los cielos" podría estar volando en menos de una década y redefinir por completo la aviación de carga.
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