Sinaloa | 07/05/2018 | Jessi Jáuregui
Los Mochis, Sin.- Los indígenas yaquis no fueron los únicos afectados con la construcción de la obra millonaria del gasoducto Noroeste, también indígenas de mayo-yoremes de Choix y rarámuris de Chihuahua, debido a que no fueron consultados por el Gobierno Federal ni Estatal ni los empresarios.
Sin embargo, a diferencia de los yaquis en Sonora, los gobernadores tradicionales no apoyaron a los ejidatarios indígenas de Choix y, al final, este se construyó sin que fueran tomados en cuenta, reveló José Luis Buitimea Valenzuela, enlace y vocero ante los Pueblos Indígenas del Noroeste.
“Ese es el detalle, igual a nosotros, no se consultó, han sido muy manipuladas nuestras autoridades tradicionales en el caso de Sinaloa. En el caso, los verdaderos perjudicados son los hermanos mayos de Choix que son los que tenían problemas porque... es que, uno solo no se puede oponer, por los pueblos, pero ya muchos no es igual. Y, por lo inaccesible de la sierra, los compañeros rarámuris también tienen problemas y aunque se opongan los avasallan a través de muchos medios”, expresó.
Buitimea Valenzuela lamentó que en el caso de los indígenas de Choix, debido a la “politización” de los gobernadores cobanaros, no se logró imponer un recurso ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ni ante los juzgados federales debido a que se violaron los derechos y garantías de los pueblos tradicionales.
Pero, subrayó, que el “agravio” más fuerte se dio en Chihuahua donde a pesar de la resistencia de 70 pueblos rarámuris que denunciaron que no se les consultó la servidumbre de paso, como lo establece el Convenio 169 Sobre Pueblos Indígenas, el contrato TransCanada se realizó.
Destacó que la recomendación 17/2018, dirigida al Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es un avance en este tema, sin embargo, dijo que están en la espera de la resolución que sentencie la Suprema Corte de Justicia de la Nación.