País-Mundo | 03/06/2019 03:45:00 p. m. | Notimex
Ciudad de México.- Con la imposición de la cruz de ceniza sobre la frente de los asistentes a las parroquias y templos católicos, inició este miércoles la Cuaresma 2019, periodo de 40 días en el que los fieles se preparan para la Pascua y hacen de ésta un tiempo propicio para la oración, la penitencia y el ayuno.
“Hay personas que podrán no ir a misa los domingos, ni acordarse de que son católicos durante todo el año, pero eso sí, no faltarán a recibir la ceniza al comienzo de la Cuaresma”, anotó la Arquidiócesis de México.
Recordó que la ceniza es una tradición muy arraigada en el pueblo mexicano y lo demuestra la asistencia masiva a recibirla, pues se trata de una oportunidad para hacer llegar un mensaje de conversión y de vida nueva.
Entre el ajetreo diario del trabajo, la escuela y las actividades diarias, algunos capitalinos se dan tiempo para acudir al templo más cercano para cumplir con la tradición que significa la imposición de la ceniza en la frente.
Tal es el caso de María, de 56 años de edad, quien se dio tiempo para acudir a la Capilla del Santísimo, ubicada en Paseo de la Reforma 290, para cumplir con una tradición que, dice, sigue desde pequeña gracias a que sus padres la llevaban a los templos.
“Lamentablemente los jóvenes de ahora, incluido mi hijo Raúl, ya no creen en Dios, ni en nadie. Ellos están más preocupados por comprarse un celular o alguna ropa de marca. Creo que aunque no he sido una buena católica, trato de cumplir con lo que dicta la iglesia para el tiempo Cuaresma y Semana Santa”, anotó.
El rector de la Basílica de Guadalupe, Salvador Martínez Ávila, precisó que la Cuaresma es un tiempo propicio para hacer un alto en el camino y revisar las acciones que hemos hecho y aquellas que debemos mejorar.
“Dios nos invita a iniciar este tiempo de Cuaresma no por el miedo de que le salgamos mal. No, no, de ninguna manera. Si alguien pensara que vamos a hacer Cuaresma porque estamos perdidos o somos de lo peor”, están equivocados, anotó.
Se trata -añadió durante su homilía en la Basílica de Guadalupe-, de participar en este tiempo y de “poner todo el cuidado y uno de ellos, que cada año se nos propone, es analizar para dónde voy. Hay que revisar cómo va este plan”.
“El inicio de la Cuaresma 2019 debe ser una oportunidad para restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual”, afirmó a su vez el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Recordó que “para los pueblos, comunidades y familias en busca de reconciliación y para cuantos esperan una convivencia pacífica entre individuos, no hay más camino que éste: el perdón recibido y ofrecido”.
“La Cuaresma nos conduce al perdón y la reconciliación, único camino que nos conduce a la paz. Aceptar y ofrecer el perdón hace posible una nueva cualidad de relaciones entre los hombres, interrumpe la espiral de odio y de venganza, y rompe las cadenas del mal que atenazan el corazón de los enemigos”, añadió.
Para los pueblos, comunidades y familias en busca de reconciliación y para cuantos esperan una convivencia pacífica entre individuos, no hay más camino que este: el perdón recibido y ofrecido, refirió en su mensaje de Cuaresma 2019.
De acuerdo con la Arquidiócesis de México, el sacramento de la reconciliación dio origen a la ceremonia de la imposición de la ceniza.
En los primeros siglos del cristianismo, cuando un miembro de la comunidad pecaba gravemente, era recibido en la asamblea penitencial el Miércoles de Ceniza y ahí recibía un traje especial hecho de sayal áspero que vestiría durante toda la Cuaresma.
También se derramaba ceniza sobre su cabeza, un gesto bíblico que significa tristeza por los pecados, reconocimiento de nuestra pequeñez ante Dios y el dolor de haberlo ofendido.
Posteriomente, el sacerdote imponía una penitencia al pecador y la comunidad rezaba por él durante la Cuaresma. Al final de la Cuaresma era absuelto y aceptado otra vez en la comunidad que celebraba su conversión.
Esta ceremonia, que en un principio estaba reservada únicamente a quienes pedían la reconciliación, más tarde se extendió a toda la comunidad, que se reconoció pecadora y dispuesta a la reconciliación, ayunando y recibiendo la ceniza el día en que se iniciaba la Cuaresma.
Hasta nuestros días, la ceniza que se impone sobre la frente se obtiene a partir de la incineración de las ramas de olivo que fueron utilizadas el Domingo de Ramos del año anterior Estas palmas son rociadas con agua bendita y aromatizadas con incienso.
También se pueden quemar estampas religiosas desgastadas para darles un valor a lo que en otro momento sirvió para evocar a Dios o la intercesión de los santos y evitar el uso indebido de las mismas.
Así, el sacerdote dibuja o, en algunos casos, impone con un sello de goma la cruz de ceniza en la frente de los asistentes a las celebraciones, pronuncia las palabras: “recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”, lo que nos recuerda que todo en la vida es pasajero.
Según la Iglesia Católica, la temporada de Cuaresma recuerda el tiempo que Jesús oró y ayunó en el desierto. Durante el Miércoles de Ceniza, solo está permitida una comida fuerte al día, aunque ello no aplica para las personas enfermas, las embarazadas o las madres en etapa de lactancia.
Además, de este Miércoles de Ceniza, todos los viernes de la Cuaresma y el Viernes Santo, los católicos deben abstenerse de comer carne roja, aunque debido a la situación económica, la Iglesia Católica ha dejado claro que la abstinencia de carne se puede suplir por una obra de caridad, de piedad o por un sacrificio. La Semana Santa será del 14 al 21 de abril.