Sinaloa | 04/22/2019 04:26:00 p. m. | Fernanda García
Culiacán, Sin.- Reprobar a alumnos del primer y segundo grado de primaria, y con ello obligar a que repitan el grado debería ser el último recurso a utilizar dentro del sistema educativo, pues está demostrado que, además de causarles a los niños daños psicológicos, en un futuro, se ve afectado su logro académico, señala Mexicanos Primero.
En ese sentido, la medida acordada por la Secretaría de Educación Pública de que el único requisito para que los alumnos pasen los dos primeros niveles de la educación primaria sea la asistencia al salón de clases, es interesante, y debe servir para que tanto docentes, como padres de familia presten mayor atención al proceso de aprendizaje, y se deje de culpar a los menores por no sobresalir, argumentó el director de la organización en Sinaloa, Ángel Leyva.
“Para entender eso tendríamos que ver, de quién es responsabilidad que un niño repruebe, entonces, ¿es una falla del alumno o es una falla del sistema?, es decir, si un niño no adquiere los conocimientos necesarios para desarrollarse, su práctica o sus habilidades, ¿por qué tendríamos que culparlo a él?, es decir, ¿un niño de primero y segundo de primaria tiene la culpa de no aprender?, o ¿tiene que ver con que en su familia no le dan el tiempo suficiente?, o, ¿el docente no utiliza estrategias diferenciadas para atender a la diversidad?”, expresó.
Ángel Leyva indicó que la reprobación es un acto que refuerza la desigualdad del sistema escolar, y que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 1 de cada 5 estudiantes que viven en un contexto de escasos recursos repiten el grado, mientras que solamente el 7% de los alumnos que tienen mejores oportunidades económicas, reprueban.
El director de Mexicanos Primero capítulo Sinaloa añadió que, ahora que la aprobación de algunas materias no será condicionante para pasar al tercer grado escolar, la SEP habrá de tomar medidas preventivas para evitar el rezago, tales como lanzar políticas de apoyo integral a las familias, de formación de los docentes, y también que se destine un tiempo extra para la regularización de los estudiantes que presentan mayor atraso a la hora del aprendizaje.