Deportes | 06/19/2021 11:13:00 p. m. | Mario García Madrid
Guadalajara, Jal.- La falta de seriedad y respeto hacia el boxeo y su padre se vio manifestada una vez más en Omar Chávez, quien tras dos años de ausencia regresó a los cuadriláteros para ser humillado por Ramón “Inocente” Álvarez, dentro de la cartera que representa la despedida de los combates de exhibición del excampeón mexicano, Julio César Chávez, desde el Estadio Jalisco.
Desde el primer episodio, Omar se mostró cauteloso del Inocente, quien con jabs, buscaba la humanidad del menor de la distancia, tomando ventaja.
Álvarez Barragán (el tercero de los cuatro hermanos de Canelo) seguía insistiendo con rectos y volados -algunos de ellos acertados–, hasta que en el quinto episodio le provoca una fisura en la ceja derecha a Chávez, encendiendo las alarmas en su esquina.
Omar cedió cada vez más terreno, temeroso de recibir más castigo del Inocente, y sólo buscaba la conclusión del combate.
Cierta culpa moral le impedía renunciar antes de tiempo. Inocente Álvarez no tiene el talento para noquear a Omar, pero sí la fortaleza y condición (característicos de los Álvarez), de seguir sumando golpes hábiles que le dieran la victoria.
Fueron 30 minutos de pesadilla para Omar, quien pierde sin tocar la lona (hasta ahora no experimentado el cloroformo) tras 10 episodios, y sobre él cae el peso de una derrota más que mancha el legado de Julio César Chávez.
A sus 31 años –y con un futuro cada vez más incierto -al haber perdido cuatro de sus últimos 6 compromisos–, Omar Chávez desmejora a 38-6-1 (con 25 KO’s); mientas que el Inocente –con 34 años–, amplía su récord 28-8-3 (16 KO’s), retomando la senda del triunfo después de haber sido noqueado en el segundo round (agosto de 2019), por el monarca cubano Ersilansy Lara, el lo que fue su única oportunidad de título mundial; sellando la trilogía (2014 y 2017), con victoria, a haber caído hace 4 años.