Así fue el origen de la Carretera Transpeninsular; el ambicioso proyecto que unió a una península
07/19/2024 02:59:00 p. m.
Durante más de medio siglo, varias generaciones de bajacalifornianos esperaron con ansias la creación de una carretera que conectara a toda la península y la enlazara con el resto del país. Ese sueño se hizo realidad con la construcción de la Carretera Transpeninsular, una imponente vía de 1,708 kilómetros que se extiende desde la ciudad fronteriza de Tijuana en el norte hasta Cabo San Lucas en el sur.
Desde tiempos prehispánicos, los habitantes de la península de Baja California habían creado senderos a través de sus actividades diarias como la pesca, la caza y la agricultura. Estos caminos fueron utilizados posteriormente por los frailes misioneros para conectar las misiones que establecieron en la región, formando el Camino Real Misionero de la Baja California. Las rutas trazadas por los jesuitas, dominicos y franciscanos contribuyeron a la evangelización de la península, y algunos de estos caminos históricos se incorporaron en el trazo de la Carretera Transpeninsular, fusionando antiguas y nuevas rutas que fomentaron nuevos asentamientos y actividades económicas.
Visión y desafíos del progreso
Durante el gobierno del general Porfirio Díaz, México se transformó con la modernización de infraestructuras como ferrocarriles y carreteras, pero Baja California no se benefició de estos avances, siendo vista principalmente como una fuente de minerales. Sin embargo, en 1916, en plena revolución, los hermanos Manuel y Rubén Barbachano firmaron un contrato para construir la carretera Tijuana-Ensenada, marcando el primer paso hacia la Carretera Transpeninsular.
Construcción y expansión
La construcción del tramo Tijuana-Ensenada comenzó en 1920 con equipo y herramientas limitadas. En 1933, con el avance de la tecnología, se retomó la obra bajo la administración del presidente Lázaro Cárdenas, quien impulsó el Plan Pro-Territorios Federales para integrar mejor a Baja California con el resto del país. Se extendió la carretera hacia el sur, llegando al puerto de San Quintín.
El secretario de Hacienda Ulises Irigoyen incluyó la carretera en un proyecto de "zona libre" en 1939, lo que favoreció el desarrollo de áreas productivas conectadas por la Transpeninsular. Durante la Segunda Guerra Mundial, se realizaron trabajos en la carretera para proteger la soberanía nacional, y se consideró la financiación estadounidense ante posibles amenazas, aunque esto no se concretó.
Inauguración y legado
El 1 de diciembre de 1973, el presidente Luis Echeverría inauguró la Carretera Transpeninsular frente a una multitud en el Paralelo 28, destacando la importancia de esta obra para la integración nacional. Se erigió un monumento de 36 metros en forma de águila estilizada, simbolizando la unión de las dos Californias.
El ingeniero Enrique Bracamontes, entonces secretario de Obras Públicas, defendió el diseño de dos carriles, destacando que permitiría a los turistas disfrutar del paisaje sin fatiga. La carretera, oficialmente nombrada Carretera Transpeninsular "Benito Juárez" y Carretera Federal No. 1, redujo el tiempo de viaje de Tijuana a Los Cabos de tres días a 13 horas.
Impacto actual
Hoy en día, la Carretera Transpeninsular conecta importantes poblaciones como Ensenada, Rosarito, Loreto, y Guerrero Negro, así como sitios de interés como las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco y el templo de Santa Bárbara en Santa Rosalía. Esta vía no solo ha mejorado la conectividad, sino que también ha impulsado el desarrollo económico y social de Baja California, integrando plenamente a la península con el resto de México.