08/14/2024 09:50:00 a. m.
El 15 de agosto de 1605, en lo que entonces era una vasta selva habitada por pueblos indígenas, el misionero español Andrés Pérez de Ribas fundó la Villa de Ahome. Hoy, 419 años después, este Pueblo Señorial celebra su aniversario con una mezcla de orgullo, cultura y tradición que ha resistido el paso del tiempo.
La historia de la Villa es tan rica como el suelo que la rodea, mucho antes de que la misión española se asentara oficialmente, ya existían comunidades indígenas alrededor del entonces llamado Río Zuaque, hoy conocido como Río Fuerte.
Los ecos de estas culturas originarias aún resuenan en las danzas tradicionales de los asentamientos cercanos, como La Florida, donde las danzas de Matachines, Pascola, Coyote y Venado preservan la memoria ancestral.
Pero la Villa de Ahome no solo es conocida por su legado indígena o su historia colonial; también es un lugar donde los sobrenombres y los apodos se han convertido en una especie de código social.
Según el historiador local Guadalupe Velázquez Castillo, aquí pocos son reconocidos por su nombre de pila. En cambio, los apodos que evocan animales, como El Chonte, El Pájaro, La Paloma, El Tortolita, El Chango, El Iguana, El Pichón, El Canguro, El Pescadito, El Mono, El Venado, El caballo y El Cachora.
Este 15 agosto, la Villa de Ahome conmemora sus 419 años, pero la celebración será el día 17 de agosto con este programa: